Ahora me ves…

La cinta que hoy analizamos es uno de esos casos en que la crítica se divive entre defenderla a ultranza o triturarla sin piedad. Y es que aunque la opinión experta esté polarizada, el público si que ha mostrado un entusiasmo más o menos unánime con la propuesta.

La película es se basa en la historia ficticia de un grupo de ilusionistas que actuan bajo el nombre artístico de «Los 4 jinetes». Convocados y reunidos por una organización desconocida bajo el pretexto de unir en un mismo espectáculo a los mejores del mundo, su propósito real parece ser algo distinto: Orquestar algunos de los robos más espectaculares de la historia.

Un nivel técnico con un desempeño más que correcto es el que predomina en todo momento. Pese a usar técnicas convencionales, el montaje dinámico y la originalidad de sus situaciones conduce un ritmo ligero y directo. Practicularmente conseguida está la ambientación que se hace eco de la pompa y el esplendor que caracterizan al mundo del espectáculo.

Argumentalmente la película gira en torno a la magia y al éxito. Aunque muy lejos de ser profunda, si que se desenvuelve bien en el ámbito de la comedia y la acción que van perfilando una trama desenfadada y buenrrollista. Buenas actuaciones para los integrantes del grupo, que personifican perfectamente ese desparpajo tan propio del mundillo.

Conclusión:

Aun careciendo de la calidad y la profundidad necesarias para convertirse en referente, lo cierto es que Ahora me ves… es una película entretenida y práctica, sin artificios (por paradójico que resulte). Si quieres pasar un buen rato sin pensar demasiado y estás dispuesto a perdonarle algunas situaciones cogidas por los pelos, sin duda disfrutarás de ella.

Nota:  6/10

El Hobbit. La Desolación de Smaug

Volvemos con la segunda entrega de la adaptación del cuento infantil El Hobbit. Aunque tiene poco que ver con el original puesto que más que adaptarlo, Peter Jackson lo reimagina.

En esta segunda parte, el hobbit y los enanos continúan sus andadas por la Tierra Media, adentrándose en el Bosque Negro donde se enfrentaran a espeluznantes monstruos. Tras superar multitud de peligros y encuentros con elfos, humanos y orcos consiguen llegar hasta la montaña donde dormita el feroz dragón Smaug. Sin embargo no es el fuego todo lo que tienen que temer estos aventureros, ya que una fuerza oscura está atrayendo el mal desde la sombras para descargar su golpe por sorpresa.

Como era de esperar, esta película está concebida como una transición donde se abren aún más tramas y no se resuelve nada, creando la atmósfera y elevando la tensión de la tercera entrega. Considerando esto, es de justicia analizar la película como una parte del todo y no por sí sola. Por un lado la película es entretenida. Como su predecesora, esta repleta de acción y de combates más o menos interesantes, y eso hay que reconocérselo con bastante variedad entre las distintas escenas de combate. Por desgracia, aquí terminan los cumplidos a Peter Jackson. Para prolongar la historia empieza a inundar la trama principal de tramas secundarias y a menudo completamente inventadas que lejos de aportar nada entorpecen la historia principal. Pero el peor error de esta saga, es que el director no sabe que a pesar de una ambientación común el Hobbit es radicalmente distinto al Señor de los Anillos y vuelve sobre los mismos tópicos y temas manidos y encima metidos con calzador.

Las escenas de acción, aunque inverosímiles están trabajadas y son muy entretenidas.

Conclusión:

En un principio no me importo que reimaginaran El Hobbit. La historia original no es para tanto, y con un poco de habilidad podrían haber dado forma a muchas tramas secundarias que Tolkien solo llego a dibujar. Ya puestos, incluso habría aceptado que se inventaran completamente la historia y nos trajeran una aventura épica con que llenar las 9 horas proyectadas. Por desgracia, me quedó la impresión de que va a ser una versión cutre del señor de los anillos con la misma historia de siempre. Así y todo merece la pena por la parte original que aún preserva y espero que mantengan en la tercera parte.

Nota: 6

Boys Don’t Cry

Siguiendo la estela de Hilary Swank (el alma de esa obra maestra que es Million Dollar Baby) es como llegué a conocer de la existencia de esta película tan diferente, a la que hoy dedicamos nuestro análisis. Boys Don’t Cry es la historia de Teena Brandon, una chica que nunca se ha sentido como tal. Determinada a no ceder ante su entorno, Teena decide vivir conforme a sus auténticos sentimientos: comienza a vestir ropa masculina e invierte el orden de sus nombres. Y así es como nace Brandon, un joven un tanto especial…

No hay mucho que comentar a nivel de rodaje. Eficaz, pero sin alardes de ningun tipo, con un par de escenas inspiradas a nivel de fotografia y montaje, pero poco más. Un banda sonora discreta y escasa, basada casi únicamente en guitarra eléctrica con reminiscencias rock-country es la elegida para acompañar la ambientación. El argumento es sin duda la pieza clave de la película, y  en el tan importantes son los personajes como su entorno:  La historia esta basada en la américa más rural y tradicionalista: Nebraska, Tennesse…etc. Un ambiente claramente hostil para la protagonista.

Lamentablemente los personajes secundarios son sosos a mas no poder: No solo no abren tramas secundarias que enriquezcan el conjunto, si no que obstruyen la historia central con su presencia anodina. Soy consciente de que en parte es necesario para mostrar una atmósfera opresiva y gris, pero demasiado gris en mi opinión. El tramo final intenta crear enredos que resulten interesantes, pero solo consigue alargar la película y restar impacto a los acontecimientos  (probablemente el basarse en una historia real y querer ser fieles a los hechos haya jugado en su contra)

Un apartado propio merece la actuación de Hilary Swank. Decir que fue oscarizada por esta película es un buen comienzo, pero en realidad su interpretación es casi lo único que mantendrá vivo nuestro interés por la historia. Con una caracterización física bastante convincente solo traicionada por su voz, logra interpretar a Brandon con gran habilidad y carisma. Swank nos descubre a una Teena que sufre: vive asaltada por todo tipo de problemas graves. Y a pesar de ello nos muestra también a una persona risueña y optimista, capaz de mirar al futuro con absoluta confianza. Es esa dualidad lo que la convierte en una figura trágica, y no puedo imaginar otra actriz que hubiera sido capaz de aportar el mismo brillo al personaje.

Conclusión:

No se me caen los anillos al decir que como película me parece sobrevalorada. Por muy buena que sea una actuación (que lo es) y un personaje (que lo es), una buena película requiere de más ingredientes de calidad. Lamentablemente el resto de apartados no dan la talla. Sin embargo, Hilary Swank demuestra su enorme talento dando vida a un personaje realmente complicado de interpretar. Y el desarrollo de su personaje es lo suficientemente original como para interesar. Es importante aclarar que la película no pretende agotar el tema de la identidad sexual, ni tampoco posicionarse al respecto, pero si intenta narrar con detalle este caso en particular resultando en una película más que correcta.

Nota:  6/10

Outrage (アウトレイジ).

No hay que ser un erudito del cine oriental para estar familiarizado con Takeshi Kitano y su obra: El veterano actor, director, productor y editor japonés, ha ido moldeando una larga y prolífica carrera, creando un estilo personal más que reconocible capaz de rebasar fronteras y océanos. La película que hoy nos ocupa no es particularmente original, pues trata de un tema recurrente en la filmografía de Kitano: La Yakuza.

Ante todo estamos ante una cinta de acción, si bien la acción no llega a predominar demasiado. El argumento en cambio se esmera en mostrar el funcionamiento interno y la estructura de la Yakuza con relativo éxito. El personaje de Kitano es un wakaishu, un soldado al mando de un kyodai (capo local) que lidera una banda que se halla a su vez integrada en la estructura de un clan mafioso de escala nacional, encabezado por un oyabun (director, presidente)  que es tratado por sus subalternos como un ser semi-divino. Tras bosquejar tenuemente esta jerarquía, la película introduce intrigas entre las diversas facciones que intervienen, mostrando las consecuencias de las lealtades y las traiciones que se declaran.

Técnicamente no hay muchas pegas que le podamos poner. El rodaje sigue fielmente el estilo de Kitano, sabiendo alternar escenas lentas de plano fijo que transmiten tranquilidad, con breves tomas de acción, sólidamente rodadas, aunque sin filigranas coreográficas. Estamos sin duda ante una película violenta: los yakuza no se andan con juegos,  y la fotografia sabe plasmarlo impávidamente.

En lo que al argumento se refiere… Por una parte está muy bien que se quieran alejar de la típica producción palomitera de acción pura y quieran ofrecer algo más, pero la ejecución de la historia deja que desear. La película narra bastantes acontecimientos breves, algunos de los cuales suceden de forma simultanea en distintos lugares, y eso junto a la gran cantidad de personajes, y a la pobre capacidad de los espectadores occidentales para distinguir los rasgos asiáticos, hacen que la historia resulte confusa, si bien lo importante queda claro en todo momento. Además, la lógica de algunas situaciones es claramente defectiva: ¿Por qué el director del clan disfruta tanto sembrando cizaña entre sus propios empleados? ¿Por qué un alto diplomático de un pais extranjero ejerce de mayordomo de los Yakuza? Preguntas pintorescas y difíciles de responder.

Conclusión:

Outrage no es ni la primera, ni la mejor película sobre Yakuzas. A nivel argumental se pierde un poco en el tumulto del montaje, y la lógica que presenta es un colador. Sin embargo esos son los únicos dos defectos objetivos, a pesar de lo dicho resulta una película entretenida de ver, con un ritmo que sabe alternar las prisas y las pausas, una fotografía robusta y unas actuaciones solventes. Además tiene interés extra por ambientarse fielmente en la cultura Yakuza.

Nota:  6/10

Las Ventajas de ser un Marginado

Hoy estamos ante un claro caso de traducción inventada del título, puesto que en la versión original, no aparece el peyorativo «marginado» y si aparece el equivalente a «tímido», o «apocado».  En cualquier caso, dejemos de despotricar y centrémonos en la película de hoy, adaptación de una novela homónima de principios de los 90 cuyo tema central es el crecimiento personal.  Sucede además que el autor original es además el director de la adaptación, importante remarcar su mérito.

El argumento narra la historia de Charlie (Logan Lerman) durante su primer año de instituto, quien no es precisamente la alegría de la fiesta. De naturaleza tímida e insegura y arrastrando dolorosos recuerdos del pasado, la vida de Charlie cambiará para siempre cuando entre a formar parte de un  peculiar grupo de amigos. Con ellos descubrirá nuevas perspectivas sobre la realidad, y consecuentemente, aprenderá mucho sobre la vida misma. ¿Serán recursos suficientes para ahuyentar fantasmas del pasado?

Valorando el apartado técnico, no destaca ni para bien ni para mal. Comienza con un abordaje muy conservador, que apenas llega a resaltar per se en un par de planos. Aunque visualmente no llame la atención por ello, si que hay que señalar que la fotografía se basta y se sobra para crear esa atmósfera ligeramente retro, tan necesaria para escenificar una historia que tiene lugar en los 90. La banda sonora muestra un predominio de rock alternativo de los 70, funciona bien y le aporta un cierto matiz original al apartado sonoro.

Argumentalmente  tiene sus virtudes y sus vicios. Por una parte no es una patochada para adolescentes descerebrados (como uno podría pensar si se fija en el casting o en alguno de los trailers) y tanto la historia como los personajes se niegan a verse relegados a un segundo plano. Lo cual es positivo y meritorio. Por otra, la intensidad dramática está mal condensada: a lo largo de la película nos son mostrados fragmentos del pasado de Charlie para justificar la zozobra emocional del protagonista, pero resultan intentos torpes que no terminan de injertarse en la trama, hasta que son puestos en contexto al final, y cuando se revelan con detalle resultan algo decepcionantes por insuficientes. Las actuaciones son muy buenas, el trio protagonista borda los papeles, especial mención para Emma Watson que nos demuestra que hay vida más allá de Hogwarts. El guión tiene sus momentos de lucidez y mantiene un nivel aceptable todo el tiempo.

Conclusión:

Es importante analizar la moraleja que presenta: El retrato de la adolescencia como un periodo de ansiedad, incomprensión e incertidumbre. Madurar es entender esas vulnerabilidades humanas, aceptarlas como tales, y no permitir que nos supongan freno alguno. La idea es buena, y la ejecución está correctamente enfocada, pero Stephen Chbosky firma un film al que le falta enjundia. El montaje resulta insuficiente para hacer brillar a la idea central, y termina rindiendose al sosiego del Slices of Life transformando la expectación en conformismo. Unas buenas interpretaciones y un guión a la altura hacen de esta una película recomendable. Desde luego que no te cambiará la vida (Si, lei eso en varias críticas y aún no doy crédito…), pero resultará una experiencia positiva y entretenida.

Nota: 6/10

Pacific Rim

A estas alturas, hacer una crítica sobre este tipo de películas es un esfuerzo de futilidad, porque todos sabemos que podemos esperar. Pero bueno, a veces sirve para ahorrarnos alguna especialmente lamentable.

Cuando la Tierra es atacada por unos colosales alienígenas, llamados Kaiju, la humanidad se une para hacerles frente. Fruto de esta colaboración nacen los Jaegers, enormes robots que constituyen la única una defensa eficaz contra estos monstruos. A medida que el acoso de los alienígenas se hace más intenso, los Jaegers son cada vez más incapaces de detener las acometidas. En un desesperado intento de cambiar las tornas, el puñado de pilotos supervivientes se reúnen en Hong Kong para llevar a cabo un plan suicida que salve a la Tierra.

Casualidad o no, Pacific Rim tiene demasiadas simetrías con otras sagas. Con una temática decididamente japonesa, las comparaciones con Evangelion son inevitables. Asimismo, los monstruos recuerdan sospechosamente a Godzilla. Con un argumento insuficiente, la trama no es más que un pobre intento de rellenar el tiempo entre los llamativos combates que afortunadamente se suceden con la suficiente regularidad. En este aspecto la película sobresale poderosamente, ya que los combates son intensos y variados.

En el plano técnico la película es regular. Tanto la ambientación como los efectos especiales no defraudan pero tampoco llegas a maravillarte con ellos. Mención aparte requieren los monstruos, que son demasiado parecidos entre sí y aportan poca originalidad a los diferentes combates.

Los personajes, como era de esperar por desgracia, son clichés con patas. Por un lado tenemos a los rangers, cuyas pobres actuaciones intentan compensarse por un exceso de músculos y por el otro tenemos a los científicos excéntricos que aportan el toque de humor que tan de moda esta añadir a cualquier película aunque no aporte nada. Desgraciadamente ese papel no recae sobre Santiago Segura que se ve relegado a un papel  muy marginal.

Conclusión:

En un ejercicio de mediocridad Guillermo del Toro nos trae una película que no destaca ni mínimamente en nada en absoluto, pero que es a su vez su mayor virtud ya que no es desagradable en ningún momento ni llega a hacerse pesada. Recomendada para distraerte un par de horas.

Nota: 6

Oz, Un Mundo de Fantasía

Para los que hayan leído el cuento infantil de El mago de Oz, o más improbablemente que hayan visto la viejísima adaptación al cine, este título les resultará irresistible; ver como reinventan al enigmático Oz.

Oscar Diggs, es un prestidigitador de circo de dudosa moralidad y aún menos éxito. A causa de su mala fama tiene que escapar del circo en globo. Sin embargo, un tornado que azota Kansas lo arrastra hasta un país desconocido. Allí conoce a una bruja que le narra la desesperada situación del país de Oz, asolado por una bruja malvada y la profecía de que un mago errante la derrotará y su reinado traerá la paz a Oz. Tentado ante la idea de las riquezas que le reportaría ser rey, Oz recurre a sus trucos e ingenio para hacerse pasar por un mago de verdad.

Para recrear esta precuela reinventada del mago de Oz, el guionista se ha servido de múltiples elementos de la obra original, como los babuinos voladores o la ciudad esmeralda y desechado lo demás según le convenía.  Es un poco decepcionante ver como el director ha encasquetado su historia en el cuento sin preocuparse si encajaba bien o no. Valorando la historia objetivamente, es entretenida y despierta el interés a ratos, aunque por sí sola en no se justifica la película. No tiene defectos graves, más allá de un final demasiado predecible.

“Cuando Dorothy salía no veía otra cosa que la enorme pradera gris (…) incluso su tío Henry era también gris” El comienzo de la película, en blanco y negro, es una curiosa e inteligente adaptación del cuento. Cuando ya nos empezamos a cansar de la monotonía monocroma de, Oz llega finalmente a Kansas y se produce una explosión de colores al más puro estilo Disney. Los detalles visuales están cuidados hasta el extremo, con un trabajado 3D que envuelve la película de un halo místico. La banda sonora, decepcionantemente, se relega a un segundo plano y es mera comparsa de la ambientación.

Los actores son bastante mediocres, lo cual es especialmente cierto en el caso del protagonista James Franco, que permanece incoloro toda la película y no solo los veinte primeros minutos. El resto de reparto es plano y estereotipado. Es una pena que ninguno sea el espantapájaros, porque les iría como un guante.

Conclusión:

Sam Raimi ha reinventado el mundo de Oz para que sea accesible a las nuevas generaciones que nunca habían oído hablar de Dorothy. Sin embargo el principal atractivo reside en los hechos que dieron lugar a como se formo el país de Oz, algo que el director logra moderadamente. Otra buena razón es el 3D de esta película, de lo mejor que haya horneado Hollywood.

Nota: 6

Star Trek: En la Oscuridad

J.J. Abrams se consolida con esta película como director fiable. Si bien sus proyectos no son memorables, cumplen sobradamente con las exigencias del espectador. Películas muy vistosas con un argumento bien hilado son su seña de identidad.

Al impetuoso Jim Kirk, capitán del Enterprise, se le hace difícil acatar las reglas, arriesgando innecesariamente su vida y la de su tripulación constantemente. Es por ello, que su mentor, el almirante Pike decide disciplinarlo. Inesperadamente el mando de la confederación sufre un atentado a manos de un misterioso terrorista huya a un mundo klingon. El capitán Kirk decide aventurarse en el espacio profundo para capturar al terrorista sabiendo que un descuido puede provocar una guerra total entre la federación y el Imperio Klingon.

Como ya hemos dicho, Abrams se caracteriza por trazar un argumento bien hilado con algún giro más o menos sorprendente. Si bien la trama es lo bastante asequible como para todo el mundo la entienda sin esmerarse, dota de cierto contenido a la película evitando así que sea un cascarón vacío.

Como cabe imaginar, el apartado técnico es utilizado por el director para dar continuidad con la anterior entrega a la par que con las series originales. Para este propósito se sirve especialmente, además de la estética rejuvenecida, de la banda sonora, que en gran medida ha sido actualizada, pero que mantienen alguno de los temas más emblemáticos.

La mayoría de los actores repiten, y sus actuaciones son muy similares a la de la primera película. De los que se estrenan en esta segunda parte, cabe destacar a uno de los personajes centrales, Benedict Cumberbatch, que se ha hecho un nombre gracias a la magistral serie televisiva Sherlock. Como viene siendo costumbre, sus actuaciones son impecables, aunque recuerdan demasiado a las del famoso detective.

Conclusión:

El director acerca de una forma asequible y entretenida el universo Star Trek al espectador casual, cuyos conocimientos de esta saga vienen de segundas fuentes. Esta película, como la anterior, es tan amena como fácil de olvidar.

Nota: 6

Conan el Bárbaro (1982)

Siendo un niño, la aldea de Conan es arrasada por un saqueadores los adultos son masacrados y los niños esclavizados. Pasa su infancia y juventud bajo el yugo de la esclavitud hasta que es vendido como gladiador. Entrenado con los mejores maestros no tarda en convertirse en un guerrero temible. Cuando finalmente logra la libertad, emprende su particular aventura en pos de la venganza. Su única pista, un estandarte de dos serpientes enfrentadas.

El argumento de Conan el Bárbaro es el paradigma del género de fantasía. Bebe de todos los tópicos de la aventura fantástica, incluyendo el típico ladrón de marras que se hace amigo del protagonista. La historia es ligera y sencilla e inusualmente trabajado, que da pie a multitud de escenas de acción y combate.

Si hablamos del apartado técnico hay que contextualizarlo con la época de la película. Los efectos especiales son lamentables, y el director tuvo el buen juicio de no abusar de los mismos. Por lo mismo, las peleas quedan un poco deslucidas ya que en algunos casos se nota que es una coreografía, pero se compensa con un mayor esfuerzo por parte de los contendientes  y que el director no recurra a desenfocar y cambiar constantemente de cámara para intentar imprimir un sentimiento de confusión y adrenalina pero que únicamente producen mareos. Como contrapeso al anticuado apartado técnico contamos con una excepcional banda sonora, clave del éxito de la película. Canciones épicas se entremezclan con tonos vibrantes que incitan a la batalla y otras de transición introducen perfectamente el tono de las escenas que se desarrollan.

De los actores que participan en la película, el más relevante es Arnold Schwarzenegger. Si bien tiene varias películas bastante buenas, su perfil como actor es bastante bajo aunque se le puede disculpar porque en su género la interpretación brilla por su ausencia.

Conclusión:

A Conan le pesan los años. A pesar de todo merece la pena dar una oportunidad a esta película icónica que aún es capaz de desatar pasiones. Lo mejor, los cinco primeros minutos. Nótese que no hago mencion del remake de Conan en ningun momento dado que es una abominación que es mejor olvidar. Esperemos que Arnold se conserve fresco y no tenga que hacer un nuevo borrado de memoria selectivo.

Nota: 6

¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú

Jack D. Reaper, un general de la Fuerza Aérea estadounidense, cree que los soviéticos están infiltrándose en el país a través del agua. Valiéndose de su posición ordena a los bombarderos bajo su control que inicien un ataque nuclear sobre objetivos estratégicos soviéticos con la esperanza de que ante la imposibilidad por parte del Alto Mando de abortar este ataque, efectúen un ataque nuclear masivo sobre la unión soviética y así anular la capacidad de respuesta de los rusos.  Sin embargo, el presidente prefiere informar a los rusos e intentar evitar el holocausto nuclear. La situación se complica cuando descubren que los rusos tienen un sistema de respuesta automático que, al igual que los bombarderos, no puede ser deshabilitado. Todo parece indicar que las superpotencias se ven abocadas a la destrucción mutua.

Es necesario señalar que la clasificación de esta película como comedia se aleja bastante de la realidad. Es cierto que hay escenas graciosas y diálogos ingeniosos, pero el tono general de la película es mas bien de suspense. Aunque no destaque por nada en particular, ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú cuenta con una idea original bien ejecutada, pero que no da para mucho.

Los personajes, como toda la cinta, son una sátira mordaz del ejército estadounidense. Por un lado tenemos a un presidente un tanto apocado, y varios generales cuya solución, la guerra, es independiente del problema. Aunque la actuación más sobresaliente es la de Peter Seller como el doctor Strangelove, un nazi fugado que ahora es asesor del presidente.

Si hablamos del apartado técnico, con decir que es del 64, creo que esta todo dicho.  La película es en blanco y negro, y los efectos especiales brillan por su ausencia. Quizá, lo único criticable, dada la época, es que las maquetas están fatalmente hechas y se distinguen a la legua.

Conclusión:

Esta cinta es entretenida, aunque por muy bien que haya envejecido, los años pesan sobre esta cinta. Lo mejor de esta película es la mordaz sátira que Kubrik hila con maestría de la sociedad estadounidense y su incomprensible deseo por sobreponerse a su eterno enemigo pese a ser una victoria vacía, ya que acarrearía su aniquilamiento.

Nota: 6