Venganza, sí se puede llamarla así

En Venganza, se nos presenta una producción francesa con asume todos los estereotipos de las películas de acción de Hollywood. Encabeza el cartel Liam Neeson, actor de merecido reconocimiento, que encarna a un agente secreto retirado, que tiene que hacer uso de todas sus habilidades cuando su hija es secuestrada en París por una mafia de trata de blancas.

El nombre de la película nos puede inducir a error, dado que la película se centra en las pesquisas de este agente por recuperar a su hija antes de que se pierdan todas las pistas. El planteamiento, aunque original es bastante incoherente. A pesar de ello, nos permite introducirnos en los entresijos del sórdido mundo de las mafias (mayoritariamente del Este) todo ello dosificado con una buena cantidad de tiroteos. Debemos agradecer los esfuerzos del guión por introducir cierta carga emocional y alguna escena impactante (y truculenta) que rompan con la monotonía.

La calidad técnica es obligada en este tipo de películas, ya que su mayor atractivo son los efectos espectaculares que se dan en las escenas de acción. En este sentido, Venganza no defrauda, aunque tampoco destaca especialmente. Si que es reseñable sin embargo, que se cumplan las leyes de la física, algo que se agradece, ya que cada vez es más frecuente renunciar al realismo en favor de otras consideraciones, lo que empeora sensiblemente el resultado final.

La meta de la banda sonora es aderezar las escenas y anticipar el tipo de escena que se desarrollará, quizá para evitar hacer pensar al espectador. Al margen de esta pretensión, discurre en un segundo plano sin llamar la atención.

Conclusión

Mediocre en la mayoría de sus aspectos, no defrauda en ninguno. Las heroicas gestas del superagente son lo suficientemente entretenidas para pasar por alto los defectos, sin ninguna pretensión adicional. Sin embargo, se echa de menos una buena historia que complemente la calidad técnica conseguida, aunque parece ser un valor que escasea últimamente.

Nota  5/10

Battlestar Galáctica. O como reinventar la ciencia ficción.

Se suele acusar a las series de ciencia ficción  de presentar una perspectiva excesivamente ingenua sobre el progreso, la tecnología, o la misma especie humana. Y no sin criterio: Hasta hace relativamente poco las series de este género se dedicaban a reproducir la fórmula de Star Trek con mínimas variaciones: Esto es capítulos autoconclusivos, con argumentos sencillos y un uso extenso de los recursos tecnológicos para estimular la imaginación y curiosidad de los espectadores. Espectadores que era en su práctica totalidad geeks, porque hablamos de una propuesta muy concreta destinada a un público muy concreto. Battlestar Galactica (2003)  es de las pocas series que corta amarras con esos clichés, y aspira a contar una historia épica desarrollada a lo largo de varias temporadas. Historia donde la ciencia ficción es una excusa, un escenario, pero en ningún momento el tema central sobre el que pivotan el resto.

Y es que no se puede entender BSG sin ser conscientes de lo ambicioso del proyecto. La ambición de la serie se percibe por la mezcla de elementos bastante dispares, pero que encajan perfectamente en todo momento. BSG es de ciencia ficción, si. Pero eso es decir muy poco sobre una serie que destaca por su acción, por su suspense, por su drama, por su contenido filosófico e incluso religioso. Y todo ello en una ambientación futurista muy trabajada, original a la par que creible, que supone la guinda del pastel en tanto que ofrece un escenario perfecto para los hechos.

No diremos nada sobre el argumento, ya que la mayor parte de sinopsis contienen spoilers sobre el principio y no caeremos en ello. Pero si que diremos que es un constante in-crescendo desde el principio hasta casi el mismo final. El guión se mantiene al nivel de la producción y las actuaciones son muy buenas, destacando algunas extraordinarias de personajes, que además son muy difíciles de interpretar.

Técnicamente la serie aguanta el tipo. A pesar de haber comenzado en el 2003, la serie se rodó en digital y a FullHD , con lo que la versión Blu-ray tiene un acabado excelente al ser resolución nativa. El 3DCGI tiene un acabado algo artificial, sobre todo al principio de la serie, pero tampoco llega a quedar cutre: Es más, para ser una producción de TV los efectos digitales son bastante buenos. La serie está rodada de forma muy funcional, sin muchos alardes de dirección, pero destila calidad que se combina con un montaje sólido para ofrecer un producto más que solvente a nivel de técnica. La música, obra de Bear McReary, es sin duda otro apartado sobresaliente. Se vale de melodías muy ambientales que marcan el ritmo de la acción o los diálogos, pasando por algunas pequeñas licencias orquestales, así como  influencias étnicas que aportan un toque muy particular a la BSO.

La serie se compone de las miniseries (dos telefilms que introducen al espectador en el argumento de la serie), la serie en sí (4 temporadas) y otros telefilms accesorios (Navaja y El Plan). No incidiremos en el orden correcto de visionado, porque ya figura en muchas webs, pero si diremos que lo peor con diferencia son las miniseries. Lo cual no implica que sean malas en absoluto, pero si que tienen  menos tirón que la serie. Así que es importante advertirlo para evitar que la gente las vea y se desmotive: Lo realmente bueno viene después.

Conclusión:

BSG es una serie de ciencia ficción extraordinaria, precisamente por lo poco que se parece a la típica serie de sci-fi. Es una experiencia mucho más profunda de lo que parece a priori, magistralmente planificada y ejecutada, y que se vale de unos componentes que destilan calidad a raudales. Una serie que puede gustar incluso a aquellos que reniegan de la ciencia ficción, porque BSG habla un idioma distinto: El lenguaje universal de la calidad y la originalidad. ¡ESO DECIMOS TODOS!

Nota: 5/5

Juno. ¿Sabías que tienen uñas?

Como los tabúes aparecen en el cine es algo curioso. Muchas veces simplemente se evitan, otras tantas dan lugar a melodramas baratos, y en muy pocas ocasiones son planteados desde una perspectiva inteligente, que rompe ese temor reverencial a lo políticamente correcto, y resulta en un producto innovador y enriquecedor. Esta película habla del problema del embarazo adolescente, pero no busca la lágrima fácil ni utiliza el morbo para venderla. Tampoco pretende ser una denuncia social. Es más bien un intento de desmitificar, de ofrecer una visión distinta y sin ideas preconcebidas sin preocuparse de las moralejas.

Juno McGrath (Ellen Page) es una adolescente con una visión del mundo muy peculiar. Observadora, mordaz y algo cínica, parece tener bastante más experiencia con la vida de la que cabría esperar por su edad. ¿Cómo y cuánto cambiará su mundo cuando se entere de que está embarazada? Aunque el argumento no parece nada del otro mundo, es lo bien perfilado del personaje principal lo que lo hace destacar. Juno es un antiestereotipo: Generalmente, los adolescentes en el cine juvenil son mostrados como mequetrefes influenciables e imprudentes, cuando no idiotas. Consuela encontrar de vez en cuando personajes que huyen de esos clichés, y permiten dar un giro de 180º al planteamiento de este tipo de cine. El guión está escrito con chispa, aprovechando perfectamente al personaje a través del cual nos cuentan la historia. La excelente interpretación de Ellen Page también aporta mucha consistencia a la película.

Técnicamente la película es poco ambiciosa. Pero se ve bien ejecutada. La fotografía es muy colorista, con predominio de los colores cálidos. La BSO es una elección bastante original: consiste casi solamente en canciones de guitarra acústica acompañadas por voz. Un estilo que al principio choca por ser demasiado ligero e incluso infantil (algunas pistas recuerdan a canciones de campamento), pero que termina encajando perfectamente con esa atmósfera desenfada y optimista que envuelve toda la película. El montaje es sin duda otro acierto, pese a que no pasan muchas cosas en la película, no se llega a hacer pesada en ningún momento.

Conclusión:

Juno es sin duda una película distinta. No es la quinta esencia de la innovación, pero desde luego que tiene un tono muy distinto al que suele tener este tipo de cine: Un enfoque original y optimista para abordar un problema conocido. Recomendable incluso si no te llama el argumento (como era sin duda mi caso). Personalmente, aprecio mucho el mérito que tienen aquellas películas que tratan temas que habitualmente no te interesarían. Pero lo hacen tan bien, que logran captar tu atención e incluso sorprenderte.

Nota: 7/10

El Desafío. Frost contra Nixon

En esta ocasión rescatamos un thriller político de primer nivel. Centrada en el escandaloso final de la presidencia Nixon, un advenedizo periodista británico intentará arrancarle la confesión que el pueblo americano ansía.

David Frost, un televisivo presentador que nunca ha sentido ningún interés por la vida pública, se juega su prestigio contra Richard Nixon, un tiburón de la política, que ve en esta entrevista su oportunidad para volver al empleo público. En este duelo de titanes sólo podrá haber un ganador, y ninguno esta dispuesto a ceder un milímetro.

Lo más destacable de la película, como no podía ser de otro modo, es el argumento. Nos introduce en la situación de los contendientes y sus aspiraciones, permitiéndonos ver el lado más humano del presidente Nixon, y va aumentando en intensidad hasta un vibrante final.

Técnicamente es muy sencilla, prestando gran atención a la ambientación. Como adaptación de una obra teatral, toda la película se desarrolla en escenas de interior. La banda sonora esta un poco descuidada, aunque su única finalidad es la transición entre una escena y la siguiente.

Las interpretaciones, eje central de la película, son magistrales. Frank Langella merece una mención especial por su interpretación del intolerante y decidido Nixon. Esta actuación junto con el asombroso parecido físico logrado, nos da la sensación de estar frente al auténtico presidente.

Conclusión:

El desafío, Frost contra Nixon se merece un lugar privilegiado en el género del thriller político. Tal vez no es apta para todo el mundo, centrada exclusivamente en el contenido, y que exige una constante atención. Para aquellos que tengan la historia un poco olvidada, es recomendable que se informen un poco antes, ya que pasa de puntillas por el escándalo y los acontecimientos que llevaron a la dimisión de Nixon y a su posterior indulto por parte de Gerald Ford.

Nota: 8/10

The Killing. ¿Existe el crimen perfecto?

Los remakes estadounidenses de producciones extranjeras no suelen llevar buena prensa. Se les acusa con bastante razón de perder de su esencia y caer en los estereotipos del «american way of life». No es el caso de esta serie de la AMC, estrenada en abril del 2011 y basada en la serie danesa Forbrydelsen. La cual, a juicio de los críticos, mejora sensiblemente a la obra original en todos los apartados. Un año después apareció la segunda temporada que concluye el argumento.

La serie transcurre en Seattle, Washington. Donde trabajan sus dos protagonistas, ambos detectives de policía: La impulsiva y perseverante Linden (Mireille Enos) y el despreocupado pero sagaz Holder (Billy Campbell). Los detectives son asignados a un caso particularmente delicado: Una joven local ha aparecido muerta con signos de violencia. El caso convulsiona a la ciudad y genera una gran atención mediática: Pero lo que en principio parece una investigación de manual, pronto escalará su complejidad en tanto que aparezcan conflictos de intereses, y las rivalidades políticas y empresariales se muestren más preocupadas en beneficiarse de la tragedia, que en colaborar con la investigación.

Técnicamente estamos ante una serie muy sólida. Sin muchos alardes técnicos, pero bien rodada. Especial mención para la ambientación que logran recrear: Un Seattle ceniciento y lluvioso, que parece ir a a juego con el tono de la serie. Musicalmente poco hay que decir, ya que la mayor parte de las pistas son meramente ambientales. A nivel interpretativo, los actores se desenvuelven bien, si bien en los primeros capítulos vemos a unos protagonistas algo sosos, es probable que se deba a la personalidad atípica, que huye de los estereotipos, que los caracteriza. Pero sin duda los que se llevan el premio son los secundarios, que brillan con luz propia en una serie donde son muy importantes.

Y llegamos al argumento, el punto fuerte de toda serie policiaca. Diremos que no decepciona en absoluto: La serie tiene ideas originales, y sabe introducir giros de guión que la hagan interesante. Sin embargo también es cierto que adolece de falta de ritmo, sobre todo al comienzo de las temporadas. Es una serie muy pausada, que salvo hechos puntuales avanza sin prisa, resultando en unos capítulos iniciales que puede aburrir, o incluso hacer perder el interés. Aquellos que logren mantenerlo, se verán recompensados con unos capítulos finales de autéctico infarto: El cierre de ambas temporadas es excepcional, con ritmos ágiles donde el argumento muestra lo mejor de sí y la acción entra por la puerta grande. El guión va en consonancia con la serie, está bien elaborado y se mantiene a la altura de las circunstancias en todo momento.

Conclusión:

The Killing es una muy buena serie policiaca, basada en buenas ideas bien ejecutadas. Destacan también unos personajes secundarios muy bien caracterizados y que aportan una cierta variedad a la serie desde perspectivas distintas a los protagonistas. Aunque es cierto que se ve lastrada por un ritmo mal gestionado al principio, con unos capítulos en los que pasan muy pocas cosas. Quizás es una serie demasiado larga para su contenido real, pero en cómputo global merece la pena verla. Salvo que seais muy impacientes…

Nota:  4/5

Ghost in the Shell 2.0. Y el anime se hizo mayor.

La película original de Ghost in the Shell, estrenada en 1995, supone la obra cumbre de la animación japonesa tradicional. Años antes de que las técnicas digitales llegaran para no marchar jamás, Production IG emprendió el ambicioso proyecto de adaptar el manga original de Masamune Shirow en un largometraje de animación. Al timón del proyecto: Mamoru Oshii, reputado director que mediante esta obra se ganaría un pasaporte al olimpo de la animación, así como el debido reconocimiento internacional.  Un producto artesanal que rebosa esmero, detalle, así como talento técnico y artístico. Y que sigue siendo uno de los grandes exponentes de su género y de su formato. La versión del análisis es GitS 2.0, con algunos añadidos respecto a la original, y remasterizando la imagen y el sonido coincidiendo con su relanzamiento en BD/DVD.

La historia nos es narrada desde la perspectiva de la Mayor Kusanagi, una cyborg que trabaja para la policía en operaciones encubiertas. Toma lugar en un futuro familiar, pero distante. En un mundo de inspiración cyberpunk, subrayando quizás un cierto pesimismo distópico, propio de una sociedad que ha caido cautiva de sus propios avances tecnológicos. A lo largo de la película compañaremos a la protagonista a través de algunas de sus misiones, y seremos partícipes de como sus vivencias influyen en su visión del mundo. Pensamientos mucho más profundos de lo que cabría esperar para una «simple» cyborg.

Visualmente la película es extraordinaria. A pesar de tratarse de dibujo artesanal, la calidad de la animación sigue siendo perfectamente actual. Y los fondos hechos a mano, pero cargados de detalles, contribuyen a crear una atmósfera densa: ambientan ese futuro frío y melancólico que tan bien refleja el nihilismo de la propia protagonista. Unos fondos que recuerdan más a Hong Kong que a Japón, ciudades-colmena para las que la tecnología no siempre se ha traducido en desarrollo. Artísticamente no se queda atrás, aunque gran parte del mérito es del autor del manga original, sus creaciones son llevadas a la pantalla con maestría. Destacan sobre todo la animación de las máquinas, recreadas con gran detalle y realismo.

La versión 2.0 añade además algunas escenas en 3DCGI, así como el remake de los créditos de apertura. Escenas que aunque no perjudican a la película si que desentonan un poco, sobre todo porque tienen un acabado técnico algo escaso para los estándares actuales.

El argumento es sin duda otro de los grandes aciertos de la película. Si Akira supuso la adolescencia del género, GitS supone sin duda su madurez. Más allá de logros técnicos, supuso un punto de inflexión en la manera de contar historias en anime, e influyó el lenguaje de muchas producciones posteriores dentro y fuera de la animación (P.Ej: Matrix) La historia emplea en todo momento una narrativa adulta, y se niega a rendirse a la acción innecesaria, manteniendo un ritmo lento pero constante a lo largo de sus casi 85 minutos de duración. El guión está dotado de una gran profundidad que invita a reflexionar. Aunque a veces peca de dar poca información al espectador, que solo sabe del mundo lo que le cuentan, que no es mucho. Otro aspecto curioso es que en GitS muchas veces hablan más los silencios que las palabras, la perfecta gestión de los silencios combinados con una BSO extraordinaria aportan un caracter único a la película, y le permiten mantener un pulso constante.

Sobre dicha banda sonora, obra de Kenji Kawai, a parte de su innegable calidad, hay que reconocerle el valor de haber recurrido a influencias étnicas, que en ocasiones suenan más a mantras hindúes que a otra cosa. Pero que en ningún momento quedan fuera de lugar, al contrario: aportan una dimensión nueva al sonido y contribuyen a hacer la película más única, si cabe.

Conclusión:

GitS es al anime lo que Blade Runner a la ciencia ficción, una película adelantada a su tiempo. Nos cuenta una historia que en aquel entonces era algo innovador, y para ello se sirve de unos ingredientes de gran calidad que la han mantenido hasta nuestros días como un referente absoluto. Como punto negativo señalar que no es para todo el mundo. No porque sea particularmente difícil de seguir, si no por mantener un ritmo muy pausado y  por ofrecer al espectador pocos datos sobre el entorno. Esta es sin duda una película para aparcar el reloj y dejarse llevar.

Nota 9/10

Argo, el arte del engaño

Irán, 1979. El Sha ha sido derrocado y el ayatolá Jomeini ha vuelto del exilio para hacerse con el poder. La embajada de EEUU en Irán es asaltada y todos sus diplomáticos secuestrados.

Así de prometedora empieza esta película de espías que rehuye del superagente capaz de salvar el mundo con sus manos. 6 diplomáticos han conseguido escapar de la embajada y se esconden en Teherán. La CIA decide montar un operativo para rescatarlos, y su mejor opción es utilizar como tapadera el rodaje de una película de ciencia ficción.

Lo primero que verá el espectador es una ambientación muy cuidada de los años ochenta. Esta ambientación tan pulida crea una atmósfera de violencia latente e incertidumbre capaz de estallar en cualquier momento, facilitando la inmersión en la historia. La historia compagina con maestría la intriga política con la acción, con una trama sencilla y lineal. Mediante un uso inteligente del guion, Ben Affleck consigue alternar el suspense y la tensión hasta el último minuto.

El plano técnico está muy cuidado. Las escenas son claras y muy descriptivas, y centra su atención en los puntos de interés del espectador. La banda sonora pasa desapercibida, y no es en absoluto reseñable aunque contribuye a crear un clima de suspense.

En una película de este suspense e intriga, el factor determinante para dar veracidad a una película es la interpretación de los personajes. Todos los actores cumplen de sobra su cometido y casi se puede sentir el pánico de los rehenes. Menos inspirada es la actuación del protagonista, bastante mediocre.

Conclusión:

Aquellos que busquen una buena historia y entretenida quedarán muy satisfechos con esta elección, a pesar de la mediocre actuación del Ben Affleck. A los amantes del thriller político quizá les parezca un poco aguado y aun asi les gustara la película.

Nota 7/10

El Gran Azul. Y tan grande…

Luc Besson es uno de esos directores camaleónicos, capaces de cambiar de registro como de camisa, y que no parecen vinculados a nada salvo a perseguir su propio estilo. Esta película de 1988 es probablemente la primera de su filmografía que irrumpió en el panorama internacional, y aún a día de hoy sigue estando entre sus obras más consideradas.

El Gran Azul gira en torno a las vidas de dos amigos y rivales de la infancia, ambos buceadores por vocación: Jacques Mayol (Jean-Marc Barr) y Enzo Molineri (Jean Reno). Y comprende varias historias cortas que narran diferentes fragmentos de la vida a los protagonistas. Y una historia larga que narra su reencuentro años después, y de como una mujer (Rosanna Arquette) entrará a formar parte de su mundo. El argumento es poco ambicioso al carecer de historia central, y nos permite ver a un Luc Besson mucho más costumbrista de lo habitual. El guión está escrito con cierta gracia y saber hacer, pero el argumento plano al que sirve no lo ayuda a destacar, si no a pasar desapercibido.

A nivel técnico la película destaca más. Sobre todo teniendo en cuenta el año en que se rodó. Las escenas submarinas están muy bien filmadas, y hay que reconocer el mérito técnico de muchas de ellas. La dirección es adecuada, con sus momentos de inspiración que se traducen en planos y escenas adelantados a su época. La música es generalmente correcta, si bien pesan demasiado los años y algunas partes suenan más a música de ascensor que a banda sonora. El casting no podría ser más acertado,  sobre todo el dúo protagonista cuyos personajes son bastante pintorescos.

El montaje… es un tema abierto a discusión. La película dura 2h y 48 min en su versión Director’s cut y el montaje le imbuye un ritmo tan lento, que parece estar parada en más de una ocasión. ¿Es esto un fallo, o está hecho aposta? Pues según opiniones. Es cierto que no se trata de una película de acción, y que busca ser una experiencia ambiental, relajante, paisajística…etc. Tranquilidad solo perturbada por momentos de acción muy puntuales que se diluyen en el ritmo mortecino del resto de la película. El Gran Azul no es para impacientes, ni para soltar adrenalina, pero a pesar de ello se hace algo cansina: Tal vez con 45 minutos menos de metraje habría dado tiempo a contarlo todo sin prisa, así que al menos en mi opinión no se manejaron adecuadamente los recursos de un buen montaje.

Del final no diremos nada que lo destripe, pero es otro punto muy polémico de la película. Se podría decir que es del tipo «o lo amas o lo odias», pero es muy dificil que te deje indiferente.

Conclusión:

Estamos ante una película atípica: un drama con poco drama, una aventura con pocas aventuras, y todo ello mezclado con un slices-ol-life algo costumbrista. Dirección hábil y técnica sobresaliente para su época, si que es cierto que nos llega algo envejecida. Pero su mayor problema no es ese, si no como está montada/planeada. Es una película para relajarse y para dejarse llevar, sin prisa alguna. No recomendable para verla con sueño, o si sois de los que os quedáis dormidos en cualquier sitio. En cualquier caso, si la veis de principio a fin podréis apreciar sus virtudes, y no creo que os quede la sensación de haber perdido el tiempo

Nota: 6/10

FFVII: Advent Children (AKA: el videoclip más largo de la historia)

Advent Children no es el primer intento de trasladar parte del universo Final Fantasy a la gran pantalla. Previamente en tiempos de Squaresoft, ya se intentó con La Fuerza Interior, con catastrófico resultado: 130 millones de $ en producción, que ni siquiera llegaron a recuperarse en las taquillas. Un fiasco monumental que arrastró a la empresa al borde de la bancarrota. ¿Aprendieron la lección? En ese tiempo podríamos decir que han aprendido a hacer dinero, pero no a hacer películas.

Los hechos narrados en la película tienen lugar 2 años después del final del juego original. Es la era post-Shinra: una sociedad deprimida, en plena recesión económica (?)  y azotada por una extraña epidemia llamada geostigma, y que no parece tener cura. La película nos sitúa en la perspectiva de un Cloud afecto de dicha enfermedad, que ahora se gana la vida como mensajero (es lo que tiene la paz para los mercenarios, y el mercado laboral no da para más…). Sin embargo esa tranquilidad se verá amenazada por la aparición de extraños individuos que afirman ser hijos de JENOVA, el horror alienígena que ya aparecía en el juego original. Individuos que tienen un inquietante plan…

Y a partir de ese punto es donde la película pierde los papeles. El escaso argumento que podría haber surgido de ese trasfondo, termina malogrado en manos de una dirección absurda (batallas sin ton ni son everywhere), una planificacion errática (la mitad de las escenas de la película sobran), y un guión infame. Puedo entender que no siendo una secuela directa se tomen ciertas libertades con la historia, e incluso que juegen con la nostalgia para venderla, pero eso no es excusa para hacer las cosas tan mal. Los diálogos oscilan por momentos entre lo rematadamente cursi, lo insoportablemente emo, y una filosofía barata (pero que muy barata) propia de los que sueltan frases que se suponen profundas y cuya profundidad real es nula.  El señor Kazushige Nojima, al que hay que reconocerle el valor de haber firmado semejante guión, debería ser juzgado por crímenes contra la humanidad.

¿Hay algo que haga bien la película? Si, aunque no demasiado. A nivel visual la animación 3DCGI mantiene los estándares de calidad a los que Square-Enix nos tiene acostumbrados. Tampoco es tan high-end como nos quieren hacer creer (Las animaciones faciales de La Fuerza Interior estaban mucho mejor logradas, por ejemplo), pero luce bien y contribuye a una ambientación bastante convincente, además de los efectos espectaculares que muestran en no pocas ocasiones. La música es sin duda otro tanto a favor: De la mano del maestro Uematsu, sigue la línea de la saga, con arranges de melodías clásicas que no podrían faltar, pero a la vez tiene personalidad propia. Por último: durante las batallas es cuando la dirección mejora bastante, la acción de la película está bastante bien planificada.

Conclusión:

Advent Children como película es un fracaso. Narra una historia inconsistente que no llega a interesar, comete errores graves de fondo y de forma cuando intenta desarrollarla, y a los que no estén deslumbrados por la acción les quedará la percepción de que el argumento no es más que una mera excusa para encadenar batallas una detrás de otra: Porque es lo que es. Es lamentable que hayan obviado un trasfondo tan rico como el de FFVII y hayan construido Advent Children con ingredientes tan pobres. Sin embargo, si eres fan de la saga y la ves con mentalidad de videoclip (Esto es: Ignorar la historia, centrarse en las imágenes y la música) puede llegar a gustarte.

Nota:  4/10

Como Entrenar a tu Dragón

DreamWorks, la que nos ofreciera películas infantiles tan directas como Shrek y Kung Fu Panda. Nos brinda en esta ocasión una propuesta más seria, que no busca la risa fácil como en las ocasiones anteriores.

Nos adentramos en un poblado de fieros y rudos vikingos de la mano de  Hipo, un adolescente que no cumple el arquetipo vikingo. En una sociedad acosada constantemente por dragones y donde  es imperativo aprender a combatirlos desde muy joven, Hipo averigua que los dragones no son tan malvados como parecen y será la única salvación del pueblo.

El argumento, con la simplicidad necesaria que exige una película para niños, esta bien estructurado y mantiene el ritmo durante toda la película hasta culminar en un épico final. A ello contribuye la corta duración de la película, y que hayan caído en la tendencia tan en boga que no salirse ni un milímetro de lo políticamente correcto, eliminando cualquier escena de violencia.

Como en todas las películas infantiles, pueden extraerse un par de lecciones. En este caso, aprendemos que si no puedes solucionar un problema, tal vez lo hayas planteado mal y debas replantearlo. Hay que destacar que esta lección es muy elaborada y más útil que las cansinas tan habituales como el valor de la amistad.

Si hablamos de la animación, se aleja del fotorrealismo, aunque cumple sobradamente los requisitos para disfrutar de la película sin echar de menos mejores animaciones. Incluso alguna de las escenas finales son hábilmente recreadas para lograr efectos vistosos.

Conclusión:

Podemos decir que es una película original y amena que no defraudará a quienes esperen entretenerse un rato. El único patinazo achacable es que se echa de menos un poco de humor inteligente

Nota 6/10