Cerdos Salvajes, con un par… de ruedas

cerdosblogTodos llegamos a una edad determinada en la que nos planteamos que hemos hecho con nuestra vida, si nos gusta el camino que hemos recorrido y cuánto hemos cambiado. En torno a esta premisa tan manoseada por el cine y la televisión gira la película que tenemos hoy aquí.

En Cerdos Salvajes, los protagonistas son cuatro amigos que forman una pandilla de moteros. Paradójicamente, los cuatro amigos que sufren una crisis de madurez simultánea y deciden emprender un viaje y atravesar el país en moto. En su anhelo de alcanzar la libertad y evaporarse de las obligaciones se encuentran con una auténtica banda de moteros delincuentes y las cosas empiezan a torcerse.

Simpática comedia cuya única meta parece ser la de entretener y que a duras penas lo consigue. Tiene un comienzo prometedor, como si el director quisiera contarnos una historia llena de aventuras y no solo buscar la risa fácil, aunque no tarda en desinflarse a medida que la historia se va volviendo cada vez más esperpéntica y llegamos a un final absurdo, y con la sensación de quedarnos a medio camino. Valorandola estrictamente como comedia, la película parece hecha con un molde de comedia de Hollywood con sus altibajos.

En el plano de las interpretaciones, debo decir que esperaba bastante más de un actor como John Travolta, con un talento manifiesto como el que pudimos observar en Pulp Fiction. Martin Lawrence sigue en su línea, aunque debo confesar que nunca me ha hecho mucha gracia. Poco hay que decir de los otros dos, que tienen un papel más secundario y que no son particularmente graciosos.

En el plano técnico es una película muy sencilla y facil de olvidar aunque muy bien ambientada  con una temática del Medio Oeste tanto en los paisajes como en los pueblos que atraviesan.

Conclusión:

Cerdos Salvajes es una buena receta para pasar un rato y reírse. Su corta duración evita que se nos llegue a hacer pesada y su concepción original te engatusa y despierta un gusanito de intriga para saber como acabará todo. Desgraciadamente el chapucero final mata el gusanito mucho antes de que el inverosímil desenlace nos saque de dudas.

Nota 5/10

Brácula (Condemor II)

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El análisis siguiente corresponde a una inocentada propia de la fecha de publicación. Se respetará el contenido íntegro del artículo pero eliminándolo de las categorías y del índice por razones evidentes.

Hoy os traemos un auténtido diamante del séptimo arte. Una obra magna que linda con la perfección en todos y cada uno de sus apartados, pero que fue injustamente ninguneada por una crítica y un público enloquecidos por la envidia, e incapaces de disfrutar el complejo mosaico que se desarrollaba ante sus ojos.

Fue en 1997 cuando Don Álvaro Saenz de Heredia, gran cineasta y mejor persona, decidió emprender la que se convertiría en su obra cumbre. Un auténtico derroche de talento y visión artística que ha llegado inalterado a nuestros días . Como no podía ser de otro modo, un proyecto de semejante calado requiere actores a la altura de las circunstancias. El sempiterno Chiquito de la Calzada interpretándose a sí mismo. Acompañado, eso si, por Bigote Arrocet, que encarnaría a su compañero de fatigas.  Ambos encabezan un casting legendario, plagado de los mejores actores de reparto que uno puede encontrar en una boca de metro en europa.

La película narra la apasionante historia de un señor de dudosas costumbres pero de buen corazón, que por avatares de la vida, es confundido con el Conde Drácula, príncipe de las tinieblas y Señor de los infiernos. Nuestro recién escudillado «Conde Brácula» deberá mantener su tapadera para sobrevivir en un castillo plagado de vampiros. Y de los de verdad, no los gilipipas de crepúsculo.

Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el apartado técnico marcó un antes y despues. En los libros especializados de dicha temática como por ejemplo la Kentucky Fried Chicken Encyclopedia of Film Arts escribió al respecto:  «La maestría y la visión de Sáenz de Heredia al frente de la cámara introdujo a la historia del cine en el S.XXI» . Incluso directores de prestigio como Michael Bay se pronunciaron: «Me quedé frost cuando vi la masterpiece que habían hecho en Spain. Es desconcertamente perfect y artísticamente outstanding, ni siquiera necesita explosions para ser good». Con semejante proyección internacional, no es de extrañar que se haya convertido en un referente absoluto del vanguardismo cinematográfico. La banda sonora es otro tanto a favor. Caracterizada por sintetizadores de los baratos, pretende evocar la nostalgia de la precariedad en medios sin renunciar al toque personal que una producción así requiere.

A nivel argumental no se queda atrás. La Odisea es una bicoca, y El Señor de los Anillos, una excursión de fin de semana comparados con la épica y la narrativa de esta epopeya sin par. Pese a la simpleza del argumento, es precisamente la perfección de un guión que toca muchos géneros lo que lo hace destacar como un faro en mitad de la noche. El gran triunfo de la cinta es saber transmitir sentimientos opuestos y con gran intensidad, especial mención para la sensación de confusión constante que envuelve muchas de las escenas, y que aunque pudiera parecer una característica casual, un escrutinio más detenido revela que, en realidad ha sido aplicada con la precisión de un relojero.

Conclusión.

¿La mejor película jamás filmada? Quien sabe, no seré yo quien lo afirme. Pero si que es cierto que la audacia y la sabiduría de Saenz de Heredia cristalizan aquí en un producto de una perfección inusituda. Un must see para todos los entusiastas del cine en particular, o de las artes en general. Una maravilla audiovisual hecha del mismo material en que se fabrican los sueños.

Nota: 10

Chatroom. (Dance, puppets, dance…)

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Los peligros de la red de redes y las consecuencias de utilizar el poder de las nuevas tecnologías para mal es una idea poderosa que ha inspirado no pocas películas. Incluso todos nosotros recordamos como eran los albores de internet, esa especie de desconfianza propia del explorador que se adentra en selva virgen, desconfianza que nos hacía ver a los desconocidos como seres peligrosos, e incluso como criminales consumados. Pese a la ingenuidad de intentar encuadrar la realidad en generalizaciones, lo cierto es que hoy en día se da la tendencia contraria: Las redes sociales en muchos de sus usuarios son auténticos escaparates de su (habitualmente lamentable) vida social, perfiles donde los desconocidos son invitados a entrar mediante el simplísimo expediente de un click de ratón.

The Chatroom narra las experiencias de un grupo de adolescentes británicos que se conocen fortuitamente en internet y adquieren el hábito de reunirse en una sala de chat con cierta regularidad. Pero no todo serán risas, felicidad y algodón de caramelo. El creador de la sala de chat, no es lo que parece ser: Bajo la imagen de un joven carismático y brillante se oculta en realidad un ser que alberga una gran frustración y resentimiento hacia el mundo. Un auténtico encantador de serpientes capaz de manipular a cualquiera y ávido de hacerlo. El resto de miembros del grupo con los problemas propios de la edad serán los cobayas perfectos para sus propósitos.

Y pese a que hasta aquí la propuesta suene tentadora, lo cierto es que en la práctica hace aguas por todas partes. Técnicamente tenemos una película de contrastes. A nivel visual se nota cuidada al extremo: Destacando una fotografía de colores muy vivos que crean unos contrastes muy poderosos en combinación con una iluminación muy trabajada. La película emplea muchas metáforas visuales, y el enfoque que se le ha dado al montaje y a los planos de rodaje es muy independiente. Podemos afirmar que estamos antes una película de arte y ensayo en la cual la forma se antepone en importancia al fondo en todo momento. A nivel sonoro tenemos una BSO poco coherente en conjunto, pero que prefiere suscitar emociones concretas a acompañar la acción, muy en la línea «de autor».

A nivel argumental es donde la película comete varios errores graves. En primer lugar el curso de los acontecimientos es ilógico. Aunque quizás sea en parte por el tipo de montaje (bastante dinámico), resulta en que las reacciones de los personajes respecto a los acontecimientos sean poco realistas y queden excesivamente artificiales: Se conocen y en 5 minutos ya son como amigos de toda la vida, por ejemplo. Esa falta de realismo social, si lo podemos llamar así chirría durante tida la película y se ve agravado por unas actuaciones irregulares. Y es que las actuaciones varían en calidad dentro de los mismos personajes: Tienes un personaje X que hace una escena tan bien que resulta hasta creible, y dentro de 5 minutos en otra escena distinta sobreactua de forma horrenda, o por contra parece que no se tome en serio a su personaje. Esas montañas rusas emocionales pueden ser culpa de una mala dirección y le restan credibilidad al film escena tras escena. El guión también resulta bastante forzado y sigue en la misma línea ilógica que el resto del apartado.

Conclusión:

Tenemos una película con un evidente enfoque artístico. Muy conceptual y técnica y artísticamente cuidada. Pero vacía de contenido, psicológicamente falsa, socialmente inverosímil, y chapuceramente dirigida. El resultado puede merecer la pena si eres consciente de que a nivel argumental malogra todo lo bueno que pudiera ofrecer de haber sido planteada de otro modo, y solo se centra en la puesta en escena. Es una película independiente que se centra tanto en las formas que se olvida por completo del fondo.

Nota: 4

Scrubs

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Podríamos pensar que Scrubs es otra de tantas series de médicos que ocasionalmente inundan las pantallas. También podríamos suponer que solo es una serie cómica para pasar un rato. Sin embargo, por muchas razones, es una serie única.

La historia se desarrolla en un hospital muy particular, el Sagrado Corazón, repleto de gente extravagante, lunáticos en muchos casos. En Scrubs, vivimos el día a día de John D. Dorian y sus pintorescos amigos desde su primer día como interno. Como todos los presentes en el hospital, J.D es un medico interno bastante singular, inmaduro e inseguro y con tendencia a soñar despierto aunque le encanta ser medico y es capaz de conectar con sus pacientes.

Aunque tiene muchos elementos presentes en las comedias tradicionales, esta serie va un paso más allá. Principalmente porque la trama avanza constantemente y de forma coherente, gracia sobre todo a que la serie tienen un final y no vayan sacando episodios indefinidamente hasta que la audiencia cae. Conforme la trama avanza los personajes que aparecen en la serie evolucionan, y no sólo los principales. Esto es así, porque van centrando la atención entre los personajes secundarios alternativamente aunque sin prisas y dedican a cada personaje menor los capítulos que hagan falta. Otro punto que muchas veces se vuelve en contra de la serie, es que centren demasiada atención en la temática, la medicina en este caso. Aquí, aunque usan jerga médica de vez en cuando, relegan el trabajo a un segundo plano y se centra de manera mucho más explícita en las relaciones humanas. Por tanto y aunque es la serie es esencialmente comedia, hay grandes dosis de drama. Un detalle interesante es que cada capítulo acaba con una reflexión del protagonista.

Los personajes están muy caricaturizados, aunque en muchos casos evolucionan. De las actuaciones destacaría dos, si bien en general son muy buenas. En primer lugar hay que decir que Zach Braff borda el papel del protagonista, me parece un actor de gran talento. Sin embargo el personaje que más me impresionó es el del conserje, caracterizado por Neil Flynn. Las primeras temporadas pasa muy desapercibido, pero que al final de la serie cobra gran protagonismo, robándole un poco a J.D y por méritos propios.

En el plano técnico hay que señalar que no utiliza risas enlatadas, lo cual es de agradecer. La música tiene un papel importante y en ocasiones los personajes cantan a coro e incluso hay un grupo a capela en el hospital. Ambientan las escenas con música alegre para las escenas ligeras y más melancólica para las escenas de drama.

Conclusión:

Inicialmente puede parecer una serie demasiado ligera, de humor absurdo, aunque acaba absorbiendote completamente. La primera temporada es poco pretenciosa, y le cuesta arrancar bastante, pero una vez alcanza todo su potencial, no decae. Además su corta duración facilita que se amolde e incluso lo puedas ver como complemento a otra serie.

Nota 4/5

The Chaser. (추격자 )

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«El perseguidor» que da nombre a la cinta es nada más y nada menos que Joong-Ho, un ex-policía metido a proxeneta que lleva una vida relativamente apacible, tan solo acuciado por deudas puntuales. Un dia descubre que algunas de las chicas que «supervisaba» han desaparecido, como si se las hubiera tragado la tierra. Nuestro peculiar héroe tendrá que utilizar su experiencia como agente de la ley para localizar y capturar al culpable,  en una carrera en la que cada segundo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Estamos ante otro ejemplo típico de thriller surcoreano. Técnicamente transmite una gran solidez, destacando la excelente ambientación de callejones, interiores y muy especialmente la atmósfera que logra conseguir en las escenas con lluvia. Sin embargo visualmente, pese a la acción bien filmada y a no presentar defectos obvios, si que se ve demasiado convencional, quitando dos o tres escenas en toda la película que si parecen cuidadas al más mínimo detalle y cuya dirección artística es soberbia, el resto está planificado de forma muy funcional y sin florituras.

Hablando del argumento, parece algo rebuscado porque lo es (parece que todo este ya inventado). Sin embargo si que ofrece una muy buena excusa para estructurar las relaciones entre los personajes. Especialmente el de nuestro protagonista, que nos es mostrado como un canalla, pero un canalla humano que no carece de escrúpulos. El guión es de lo mejor de la película pese a su simpleza, y es que se han conseguido unos diálogos que definen perfectamente a los personajes, y apuntalan la ambientación y la trama (complementados por cientos de insultos en coreano), y con algunos giros muy inspirados.

En lo que respecta al montaje… una de cal y otra de arena. Por una parte la película tiene una esctructura bastante original: En este tipo de películas estamos acostumbrados a que la persecución ocupe el 80% del film. Aquí sin embargo la persecución termina pronto, y la película se centra en otros puntos de interés, como los enredos que van surgiendo entre los personajes hasta el mismo desenlace. Por una parte es bueno, porque añade una cierta impredecibilidad al resultado, pero por otra entrega una sensación de ritmo mal planificado, que hace que las dos horas que dura se hagan largas.

Conclusión:

The Chaser es una película más que correcta. Sólida como una roca a nivel técnico, quizás poco ambiciosa a nivel artístico. Con un argumento que pretende apartarse de ciertos clichés (cosa que consigue), y ser original (cosa que no consigue). Estamos ante un thriller coreano bueno, aunque lejos de la excelencia. Quizás si destaque algo aún a pesar de toda la competencia que ha surgido en el género. Salvo que una violencia explícita usada sin ambages os intimide, merece un buen visionado.

Nota: 6/10

23-F.

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Hay un sector nada desdeñable de cinéfilos que palidecen  de sincero terror al oir «cine» y «español» en una misma frase y siempre que ambas palabras no estén separadas por «no». Y si a eso le sumamos el hecho de que en este caso se basa en un tema tan trillado casi dan ganas de dejar de leer esta entrada y hacer cosas más productivas.

Sin embargo las apariencias a veces engañan, la propuesta de 23-F es sencilla: Narrar desde una perspectiva neutral el curso de los acontecimientos de un día que paso a la historia de la infamia, no tanto por lo que fue, si no por lo que podría haber sido. Unos acontecimientos que acaecieron de forma desacompasada y caótica, en los que es fácil cometer errores historiográficos, y que están en último término abiertos a interpretación pese a la relativa cercanía del tiempo en que sucedieron.

La película se nutre abundantemente del rico contexto político y social de la época. Logra jugar razonablemente bien con dicho trasfondo, presentando una ambientación muy conseguida que sin duda es el apartado más destacable de la producción. Las actuaciones son irregulares: mientras que algunos actores bordan sus papeles (Paco Tous y su Tejero), otros parecen recitar de un prompter, si bien la mayoría estan simplemente correctos. Especial mención para la caracterización de personajes históricos (Suárez, Carrillo, Mellado…etc) que presentan un parecido más que razonable con sus homólogos reales. El guión sin embargo es de un perfil muy bajo…

No solo no aprovecha la complejidad del conflicto ni intenta explorar con un mínimo de profundidad a los protagonistas, si no que además cae en una dicotomía frívola en la que todo es o blanco o negro sin lugar para matices de grís . Cualquiera que haya estudiado la historia de ese periodo sentirá que le toman por idiota: Personalmente me molesta que caigan en simplificaciones tan carrilanas en vez de desarrollar más los acontecimientos y los personajes. Por otra parte: la adscripción de los hechos de la película con los reales es bastante fiel, aunque se toma sus licencias de ficción que no repercuten en el conjunto.

En el plano técnico poco hay que decir. Para ser una producción española no parece adolecer de poco presupuesto. Los escenarios, el atrezzo, y los uniformes se sienten auténticos, lo que sumado a una manera de rodar convencional pero efectiva contribuye a la buena ambientación ya comentada. La música acompaña bien la acción, aunque cuando destaca es para mal (algunas pistas no están muy inspiradas, o quizás se usan a destiempo)

Conclusión:

A pesar de sus fallos, estamos ante una película interesante. Interesante porque se basa en un acontecimiento histórico que da para mucho, y porque ha sido producida de forma competente, entregando un producto de calidad aceptable. Sus mayores problemas: La poca ambición del guión, la superficialidad con la que explican todo el proceso parece que le reste importancia. El ritmo está bastante bien gestionado, aunque justo antes del final sufre un bajón importante. Si os gusta la historia o la política no os arrepentiréis de verla, aunque no destaque en nada en particular.

Nota: 5/10

El Hobbit. Un viaje inesperado

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No hace falta poner en antecedentes de esta nueva película de una de las sagas más famosas y con más fanáticos desde Star Wars. Peter Jackson, director de la trilogía del Señor de los Anillos, vuelve a ponerse al frente para dirigir esta precuela, alargada innecesariamente a juicio de muchos.

De entrada se percibe el enorme presupuesto invertido. Rodada en 3D, se observa que el apartado técnico está muy pulido, con un acabado visual muy cuidado. La ambientación mantiene la tónica general de la saga del señor de los anillos, aunque dando preeminencia a la temática de los reinos enanos. La banda sonora tiene una marcada continuidad con las películas anteriores, incorporando nuevas canciones al repertorio de la mano del mismo compositor, Howard Shore, por lo que los espectadores no percibirán diferencia alguna. Desde luego, el apartado técnico es uno de los puntos fuertes de esta película, imprescindible en un film de aventuras, como es el que nos ocupa.

Muchos se preguntarán si un único libro da para rodar una trilogía, y además larga. La respuesta evidente sería que no, sino fuera por la particularidad de este libro. Porque aunque el libro es relativamente corto y está muy focalizado en la trama principal, sí que es cierto que continuamente se hace alusión a historietas que se perfilan pero no llegan a desarrollarse. Pues bien, Jackson ha decidido dar mayor protagonismo a estas historias secundarias, aunque conectándolas con la historia principal. En varias ocasiones deja la sensación de que la adaptación es bastante torpe y enfurecerá a más de un fan de los libros, aunque en la mayoría de los casos ha servido para dar mayor ritmo a la película e introducir toques de humor. El resultado final es una película a la que le cuesta arrancar, y con algunas lagunas pero que de forma generalizada mantiene el ritmo pese a la duración inusual.

Una de las novedades, como no podría ser de otra forma, es el elenco de actores. Aunque repiten algunos, la mayoría aparecen por primera vez. Al respecto hay que destacar que el nuevo Bilbo (Martin Freeman) es mucho más expresivo que los anteriores hobbits, aunque por el contrario el resto de la compañía (los enanos) no tienen una personalidad muy desarrollada por lo que es difícil diferenciarlos, de forma que te quedas con los nombres de dos o tres a lo sumo.

Conclusión:

Una película con menos epicidad que sus precedentes, centrada en la emoción de la aventura y con grandes dosis de acción. Hay una escena especialmente desconcertante, en la que aparece Saruman sin un propósito claro más allá de prolongar la película y más parece un viejo tozudo que un mago. Aun así, el resultado final es bastante atractivo, una película ligera que a ratos avanza a trompicones, pero que no llega a hacerse pesada en ningún momento.

Nota 7/10

The Town. Tradición familiar.

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Douglas «Doug» MacRay (Ben Affleck) es un atracador profesional de bancos y furgones. Él y sus tres compañeros se ganan honradamente (?) la vida en el área metropolitana de Boston. Todos ellos provienen del barrio de Charlestown, donde ser un profesional de los asaltos armados no es tanto una necesidad, ni una vocación, si no una larga tradición familiar: Charlestown se enorgullece de ser la población con más atracadores per cápita de todo EEUU. Aunque las cosas marchan bien para ellos, una mujer entrará en la vida de Doug y le hará plantearse las cosas desde otro prisma ¿Dejará un empleo arriesgado pero lucrativo?¿O se aferrará a su singular estilo de vida?

Y es que tras leer la sinopsis dan ganas de verla: Una propuesta sencilla pero directa, interesante sin ser excesivamente original. Pero la verdad es que la película parte de un error de concepto muy grave, y es que da la sensación de que el director queriendo pasarse de profundo, se ha confundido de género.

Si, evidentemente tiene partes de acción, que además son con diferencia lo mejor de la película. El problema es que la acción solo ocupa 1/5 parte de las 2h y 30 min de película. ¿Y el resto? Pues una extraña argamasa formada por una parte de romance, otra parte de drama, y cien partes de agua: La acción termina diluída en estos insípidos fragmentos que suponen la mayor parte de la película. Podemos intuir que Ben Affleck (que también dirige) quería una película de acción atípica, más profunda y ambiciosa, que contase una buena historia. Lástima que no consiguiera nada de eso, y si consiguiera cargarse el ritmo del film.

Argumentalmente ya hemos visto que es una oportunidad perdida, lo mismo podemos decir del guión: no destaca ni para bien ni para mal. Entrando en la técnica, la acción está correctamente rodada, involucra al espectador sin abusar de movimientos de cámara confusos. Los efectos especiales también correctos para el nivel mostrado.

Conclusión:

Película del montón. Mediocre en casi todos los apartados. Si que es verdad que se deja ver, pero no tarda en hacerse larga. Y todo es consecuencia de un ritmo anquilosado, fruto a su vez de haber pasado la acción a un plano bastante secundario, primando otros aspectos que no llegan a calar. Señor Ben Affleck: el que mucho abarca, poco aprieta.

Nota: 5/10

Soy un Cyborg (싸이보그지만 괜찮아 )

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Park Chan-Wook,  director de la devastadora trilogía de la venganga nos trae esta vez una propuesta diametralmente opuesta: Una tragicomedia romántica y delirante que no pierde el toque personal del director, pese al cambio de registro.

La protagonista de nuestra historia es Young-Goon, una joven normal y corriente como lo podría ser tu vecina. Con la excepcion de que tu vecina no cree firmemente en que es un robot con aspecto humano (o no debería). Ante tales demostraciones de lucidez, es ingresada en un centro psiquiátrico donde conocerá a un joven misterioso que cubre su cara con una máscara, siendo esta la menor de sus múltiples excentricidades. Entre ambos comenzará a forjarse una relación muy especial.

En el ámbito técnico la película es impecable. Park Chan-Wook saber rodar como el que mejor, y lo demuestra sin esfuerzo. Destacando en una fotografía con colores muy saturados, no se conforma con plantar la cámara y dejarla rodando. Los diferentes planos destilan calidad técnica y artística, sin perder esa originalidad o capacidad para ir «un paso más lejos» que caracterizan al director. Subrayando pues el vanguardismo del apartado técnico, sonoramente no se queda atrás: tenemos una BSO muy variopinta, que va desde el suspense hasta las canciones infantiles, ideal para ambientar ese mundo psicodélico tal y como es percibido por los protagonistas,

A nivel de argumento  la calidad ya no es tan incontestable.La trama avanza con trabas, haciendo que el espectador pierda la percepción de la continuidad espacio-temporal y resultando en un conjunto cuyos eventos principales quedan claros, pero cuyo desarrollo es excesívamente caótico. ¿Significa que sea mal argumento? En absoluto, pero si que hay que avisar que no es para todo el mundo. Es de esas películas que juegan con el espectador, invitándole a participar en la realidad de los protagonistas. Una versión tergiversada y onírica de la nuestra, pero a la vez ingenua y cercana: Tan extravagante como humana.

Defectos objetivos cuesta encontrarlos, la mayoría son idiosincrásicos (Ej: Si sois de los yonkies de hollywood que prefieren que se lo den todo mascado, disfrutarla requerirá un cambio de mentalidad). No obstante si que hay apartados algo más descuidados. El guión por ejemplo, sin ser malo se antoja excesivamente plano. Demasiado sintético y repetitivo, puede ser por una mala traducción quizás, pero lo cierto es que pasa muy desapercibido y no hace justicia al conjunto. Luego el final, aunque personalmente no me disgustó, es bastante abierto y puede dar la sensación  de que la película acaba de golpe y sin mucho motivo.

Conclusion:

Soy un Cyborg es un buen ejemplo de que la virtud se halla en el término medio. Profundamente inspirada por el cine independiente, pero sin dejar de ser asequible para el gran público. Estamos ante una película preciosista, pero no por ello carente de contenido. Podría pasar por la versión coreana y enajenada de Amelie, ya que logra recrear una atmósfera muy peculiar. Lástima que la trama se pase de ambiciosa para el tipo de montaje, o quizás sea el guión el que no alcanza a dichos apartados, pero globalmente es una experiencia original que bien merece los 105 min que dura. A pesar de que las tragicomedias de este tipo sean probablemente mi género menos favorito debo reconocer una cosa: Park Chan-Wook tiene una facilidad pasmosa para plasmar en pantalla lo peor y lo mejor del género humano.

Nota:   7/10

ALI

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En esta obra, Will Smith caracteriza al boxeador más famoso y polémico de todos los tiempos, Muhammad Ali. Michael Mann, director de éxitos como el último mohicano, collateral o hunter, nos introduce en el mundo del boxeo de forma asequible y fidedigna.

Película de tintes biográficos, recorremos la vida personal y profesional de Alí, recreando los combates más importantes de su carrera, desde su primer combate por el título de campeón de los pesos pesados hasta el mítico combate con George Foreman en Kinshasa. Ya en el plano personal se da especial importancia a la vida sentimental de Muhammad, si bien detalla su conversión religiosa y su activismo en favor de los derechos de los negros así como su inmersión en la controvertida nación musulmana y su desafío al Gobierno por negarse a alistarse en el ejército. Aunque bien estructurado, alternando acción con dialéctica, la trama pierde demasiado tiempo en nimiedades, pasando de puntillas la controversia de la sociedad generada por la guerra de Vietnam y los incipientes derechos civiles de los negros en EEUU, imprescindible para alcanzar un nivel superior de calidad en una película tan temática.

Siendo una obra biográfica más que otra cosa, es esencial elegir adecuadamente al protagonista. Will Smith, con un gran bagaje previo, y una notable capacidad de adaptarse al papel, es el candidato idóneo. Da gran credibilidad a un personaje que por otro lado no es nada fácil de interpretar, ya que Ali, el boxeador más mediático que ha habido, atraía constantemente la atención de todos los focos y hacía correr ríos de tinta cada vez que hablaba. También resulta muy convincente Mario Van Peebles que interpreta a Malcolm X, si bien se le da demasiada relevancia al principio y casi ninguna al final.

El aspecto técnico de la película está muy cuidado, si bien es discreto en las formas. Para aquellos que alguna vez hayan sentido cierta inclinación por el boxeo, les alegrará ver que han cuidado en extremo el desarrollo de los combates recreando los momentos más memorables de los combates, así como la personalidad y estilo de Muhammad. La música acompaña, dando epicidad a los momentos claves, con toques exóticos de África.

Conclusión:

Esta película rescata un trozo de la historia contemporánea de Estados Unidos y nos da una imagen bastante amplia de un personaje icónico del siglo XX así como de un histórico combate, recreado con todo lujo de detalles. Por otro lado, me defraudó que relegaran a un segundo plano el activismo de Ali en favor de sus libertades y derechos civiles y a su desafío al Gobierno.

Nota 7/10