Siguiendo la estela de Hilary Swank (el alma de esa obra maestra que es Million Dollar Baby) es como llegué a conocer de la existencia de esta película tan diferente, a la que hoy dedicamos nuestro análisis. Boys Don’t Cry es la historia de Teena Brandon, una chica que nunca se ha sentido como tal. Determinada a no ceder ante su entorno, Teena decide vivir conforme a sus auténticos sentimientos: comienza a vestir ropa masculina e invierte el orden de sus nombres. Y así es como nace Brandon, un joven un tanto especial…
No hay mucho que comentar a nivel de rodaje. Eficaz, pero sin alardes de ningun tipo, con un par de escenas inspiradas a nivel de fotografia y montaje, pero poco más. Un banda sonora discreta y escasa, basada casi únicamente en guitarra eléctrica con reminiscencias rock-country es la elegida para acompañar la ambientación. El argumento es sin duda la pieza clave de la película, y en el tan importantes son los personajes como su entorno: La historia esta basada en la américa más rural y tradicionalista: Nebraska, Tennesse…etc. Un ambiente claramente hostil para la protagonista.
Lamentablemente los personajes secundarios son sosos a mas no poder: No solo no abren tramas secundarias que enriquezcan el conjunto, si no que obstruyen la historia central con su presencia anodina. Soy consciente de que en parte es necesario para mostrar una atmósfera opresiva y gris, pero demasiado gris en mi opinión. El tramo final intenta crear enredos que resulten interesantes, pero solo consigue alargar la película y restar impacto a los acontecimientos (probablemente el basarse en una historia real y querer ser fieles a los hechos haya jugado en su contra)
Un apartado propio merece la actuación de Hilary Swank. Decir que fue oscarizada por esta película es un buen comienzo, pero en realidad su interpretación es casi lo único que mantendrá vivo nuestro interés por la historia. Con una caracterización física bastante convincente solo traicionada por su voz, logra interpretar a Brandon con gran habilidad y carisma. Swank nos descubre a una Teena que sufre: vive asaltada por todo tipo de problemas graves. Y a pesar de ello nos muestra también a una persona risueña y optimista, capaz de mirar al futuro con absoluta confianza. Es esa dualidad lo que la convierte en una figura trágica, y no puedo imaginar otra actriz que hubiera sido capaz de aportar el mismo brillo al personaje.
Conclusión:
No se me caen los anillos al decir que como película me parece sobrevalorada. Por muy buena que sea una actuación (que lo es) y un personaje (que lo es), una buena película requiere de más ingredientes de calidad. Lamentablemente el resto de apartados no dan la talla. Sin embargo, Hilary Swank demuestra su enorme talento dando vida a un personaje realmente complicado de interpretar. Y el desarrollo de su personaje es lo suficientemente original como para interesar. Es importante aclarar que la película no pretende agotar el tema de la identidad sexual, ni tampoco posicionarse al respecto, pero si intenta narrar con detalle este caso en particular resultando en una película más que correcta.