Diez años después de sus heroicas hazañas, el semidiós Perseo se ha convertido en un pescador. El falta creciente de Fe en los hombres está debilitando el poder de los dioses y numerosas criaturas escapan del Tártaro. Cuando una quimera ataca su aldea de pescadores, Perseo vuelve a coger las armas contra su voluntad. A partir de ahí, inicia una nueva aventura que le llevará a conocer a los dioses del Olimpo y a enfrentarse al titán Cronos.
Secuela de la deficiente Furia de Titanes, Ira de Titanes es aún peor. El argumento queda reducido a su mínima expresión. La mitad de la trama se centra en dejar claro lo mucho que le gusta a Perseo ser pescador y pescar con su hijo, mientras que la otra mitad de la trama intenta concebir un motivo con el que prolongar la película innecesariamente, aunque a mitad parece que los guionistas se aburren y deciden pasar directamente al desenlace. Desgraciadamente la acción, es poco mejor. Algunos combates están bien, pero la mayoría son monótonos y repetitivos.
Los actores repiten la mayoría de la primera parte de la saga. Mediocres en su mayoría, aunque buena parte de la culpa es del guión. Tobby Kebbel encarna el papel del negro chistoso, aunque le falta algo de fuelle.
No entraré en detalles del apartado técnico, tan solo diré que es lo que se espera de una película de esta índole.
Conclusión:
Prescinden de toda la ambientación que puede aportar la rica mitología griega, para quedarse con cuatro pinceladas y encajarlas en un guión prefabricado. Excusándose en que esta pensada para entretener, algo que no consigue ni de lejos, descuida todos los demás detalles de la película. Resulta increíble que a pesar de su corta duración, haya escenas de relleno.