Basada en el fenómeno literario que sacudió las librerías de medio mundo, no pasó mucho tiempo antes de que apareciera la versión cinematográfica que hoy analizamos. La película nos hace partícipes de las peripecias del Dr. Robert Langdon, profesor universitario especializado en simbología, cuando éste se ve inmiscuido en una antigua conspiración de escala global. ¿Conseguirá Langdon desentrañar los misterios que se hallan tras la leyenda?
Técnicamente tenemos una producción más que aceptable. Más cerca de las convenciones que de la vanguardia, con una fotografía austera y unos planos funcionales logran resolver las intenciones de la narrativa en todo momento. Aunque no se prodigue en efectos especiales, si que hay presencia del 3DCGI en algunos flashbacks de acabado técnico decente, pero quizás excesivamente filtrado. A nivel sonoro: Perfectamente olvidable…
En cuanto al montaje: primer error. No por críptico, si no por obvio y cansino. Una cosa es que haya mucho que contar, y otra tener que emplear 3 horas de las cuales la mitad transcurren a ritmo mortecino. Interpretativamente tenemos un casting de lujo, figuras tan reconocibles como Ian McKellen o Jean Reno no fallan, como tampoco falla el cabeza de cartel Tom Hanks, aunque si da la sensación de que están aburridos por momentos. O quizás es que no se terminen de creer sus papeles, y es que a la hora de adaptar desde un libro hay que tener en cuenta que la lógica de la pantalla no es la mísma que la del papel. Lo que en un libro puede colar mediante subterfugio literio, en la pantalla se convierte en algo obvio que mina la credibilidad de la historia principal. ¿Los motivos? Defectos lógicos evidentes, personajes al borde del ridículo, por decir dos.
Conclusión:
El Código DaVinci no es una mala película, pero dista de ser recomendable para nadie que tenga cosas mejores que hacer en 3 horas. La sinopsis promete intriga histórica capaz de estimular la imaginación así como un final épico y trascendental. Lamentablemente la mitad de los que caigan en ese falaz reclamo estarán durmiendo el sueño de los justos antes de que termine. Los que permanezcan vígiles disfrutarán de una historia original, con sus giros y buenas ideas, y aunque no se arrepentirán de haberla visto dirán que no es para tanto. Pues eso mismo digo yo: No es para tanto…