El Lobo de Wall Street

Jordan Belfort es un joven bróker que acaba de desembarcar en Wall Street. Despedido en su primer día, Belfort acaba vendiendo acciones de empresas ruinosas a pequeños ahorradores. No tarda en escalar posiciones en Wall Street y a medida que el tamaño de sus presas aumenta también lo hace el desenfreno con que rige su vida. Pronto entra en una espiral de drogas, sexo y dinero fácil que nada puede frenar. Bueno, casi nada.

Martin Scorsese nos deslumbra con su fascinante dirección que disimula en gran medida las carencias del guión. Enfocada desde una perspectiva muy focalizada, la trama deja muy poco espacio para todo aquello que se aleje mínimamente de los excesos del protagonista. Da una relevancia especial pues a las continuas bacanales y abusos de Jordan y de su camarilla apenas hilados con algunas pinceladas de su ascenso en Wall Street. Scorsese, cuya huella se hace patente en la transición del protagonista que recuerda sospechosamente al de Uno de los Nuestros, prescinde por completo de la ambientación sin molestarse ni en perfilar mínimamente el mundo financiero o en definir al reparto más allá de su relación con el protagonista.

Leonardo Dicaprio es el alma de la película. Con una actuación insuperable, marca el ritmo de las escenas durante toda la película y evita que decaiga la intensidad. Cuenta con un grupo de reparto que hacen constantes chanzas y que ayudan a dar mayor ligereza y evitar que las tres horas de rodaje se hagan muy pesadas, aun así casi, toda la atención se focaliza en Leonardo.

Conclusión:

Tres horas se hacen un poco excesivas para repetir los mismos conceptos una y otra vez. La evolución de la película es muy lenta y si no llega a ser repetitiva es gracias a la genial interpretación de Leonardo y la experimentada dirección de Martin Scorsese.

Nota: 7

El Hobbit. La Desolación de Smaug

Volvemos con la segunda entrega de la adaptación del cuento infantil El Hobbit. Aunque tiene poco que ver con el original puesto que más que adaptarlo, Peter Jackson lo reimagina.

En esta segunda parte, el hobbit y los enanos continúan sus andadas por la Tierra Media, adentrándose en el Bosque Negro donde se enfrentaran a espeluznantes monstruos. Tras superar multitud de peligros y encuentros con elfos, humanos y orcos consiguen llegar hasta la montaña donde dormita el feroz dragón Smaug. Sin embargo no es el fuego todo lo que tienen que temer estos aventureros, ya que una fuerza oscura está atrayendo el mal desde la sombras para descargar su golpe por sorpresa.

Como era de esperar, esta película está concebida como una transición donde se abren aún más tramas y no se resuelve nada, creando la atmósfera y elevando la tensión de la tercera entrega. Considerando esto, es de justicia analizar la película como una parte del todo y no por sí sola. Por un lado la película es entretenida. Como su predecesora, esta repleta de acción y de combates más o menos interesantes, y eso hay que reconocérselo con bastante variedad entre las distintas escenas de combate. Por desgracia, aquí terminan los cumplidos a Peter Jackson. Para prolongar la historia empieza a inundar la trama principal de tramas secundarias y a menudo completamente inventadas que lejos de aportar nada entorpecen la historia principal. Pero el peor error de esta saga, es que el director no sabe que a pesar de una ambientación común el Hobbit es radicalmente distinto al Señor de los Anillos y vuelve sobre los mismos tópicos y temas manidos y encima metidos con calzador.

Las escenas de acción, aunque inverosímiles están trabajadas y son muy entretenidas.

Conclusión:

En un principio no me importo que reimaginaran El Hobbit. La historia original no es para tanto, y con un poco de habilidad podrían haber dado forma a muchas tramas secundarias que Tolkien solo llego a dibujar. Ya puestos, incluso habría aceptado que se inventaran completamente la historia y nos trajeran una aventura épica con que llenar las 9 horas proyectadas. Por desgracia, me quedó la impresión de que va a ser una versión cutre del señor de los anillos con la misma historia de siempre. Así y todo merece la pena por la parte original que aún preserva y espero que mantengan en la tercera parte.

Nota: 6

El Juego de Ender

Como con todas las adaptaciones  que se llevan a la gran pantalla, interesa hacer el análisis desde dos enfoques; por un lado la película de forma independiente, y por el otro la habilidad con que se ha llevado a cabo la adaptación. En este caso sin embargo, la crítica exige tener el libro como telón de fondo, entre otras cosas porque el director no concibe la una sin el otro. Bueno, y también porque el Juego de Ender es una de las joyas del género de ciencia ficción y todos los que lo leímos en su momento soñábamos que algún día harían una película.

70 años después de la primera invasión a la Tierra por parte de los insectores que casi termina en la aniquilación total, la humanidad se prepara para una nueva guerra. Para vencer en la guerra que se avecina, el ejército adiestra a niños como comandantes. Vivimos así el paso de Ender, un niño extremadamente inteligente, por la escuela de batalla donde aprenderá las cualidades de mando necesarias para liderar a la raza humana hacia la victoria.

Adaptar el Juego de Ender al cine acarrea una considerable dificultad, dada la dilatación y profundidad del libro. El gran logro de esta película es haber sabido diferenciar entre una novela y la gran pantalla y adaptar el libro a las circunstancias actuales. Omiten así las tramas secundarias y simplifican la principal, dándole un ritmo acelerado a la obra. La otra cara de la moneda es que pierde gran parte de la profundidad y de la inmersión psicológica tan características del libro. Además, para los que se acercan a este universo por vez primera se perderán algunos detalles que están pincelados pero que no llegan a detallarse y por tanto les faltara algunos elementos clave que completan una magnífica ambientación.

El apartado técnico de esta película se acerca mucho al de la tradicional película de acción, con todos los lujos que permite la técnica más actual. Las batallas, aunque escasas, son recreadas ingeniosamente y con planos que dan una idea general de la situación de la batalla con un simple vistazo. Solo por las batallas, ya merece verla en el cine.

Uno de los aspectos más criticados de la película es la elevada edad de los protagonistas. Pero, sinceramente, ¿Quién quiere ver actuar a niños? Sus actuaciones son generalmente deficientes y excesivamente superficiales; Prefiero que en lugar de niños sean adolescentes si con ello se consigue unas actuaciones convincentes, como es el caso. Yeso que tampoco es que sean nada para recordar.

Conclusión:

Es injusto acusar a la película aquí criticada de no estar a la altura del libro, y además pretender que dure menos 5 horas. Como película, es directa, entretenida y moderadamente épica. Como adaptación, es una buena síntesis que no intenta abarcar demasiado, quedándose en lo esencial. Yo creo que en este caso, lo mejor es leerse primero el libro y luego olvidarte del libro y disfrutar de una buena película.

Nota: 7

Gravity

Volvemos con un estreno que está arrasando tanto entre la crítica como por el público. Leyendo la sinopsis, nos dejará más bien fríos, así que uno no puede dejar de preguntarse ¿Qué tiene de especial?

En su primera misión en el espacio, la especialista Ryan tiene que arreglar el telescopio Hubble. Lo que parecía un simple paseo espacial, no tarda en convertirse en una odisea cuando unos restos de un satélite que catapulta a la doctora y al capitán Kowalsky hacia las profundidades del espacio. La doctora y el capitán tendrán que librar una batalla contra el tiempo y la gravedad para volver a la Tierra.

A pesar de lo que pueda pensarse de una película ambientada en el vacío y la tranquilidad del espacio, Gravity es una película esencialmente de acción. El director juega inteligentemente con los planos y mucho mas inusual, con los silencios. Aunque aquí se acaba la sotisficación. El argumento comienza siendo solvente aunque exiguo y mantiene el interés a lo largo de toda la película. Hacia mitad de película, el director hace una pausa para intentar conectar emocionalmente con el espectador pero no deja de ser un pobre amago que no llega a cuajar. El final, sin embargo, el argumento se vuelve demasiado fantasioso y lo que es peor, predecible.

Los efectos especiales estan a la altura de las circunstancias, con multitud de logrados paisajes y espectaculares tomas de la tierra. La ambientación no se queda atrás, y es facil percibir un fuerte contraste entre las diversas naciones que colonizan el espacio.

Aun con un papel secundario, no puedo dejar de alabar la actuación de George Clooney. Esta película no es más que una nueva muestra de que es un actor consumado, capaz de dar vida a la escena más insípida y ser el foco de atención por secundario que sea el papel. En el caso de Sandra Bullock, sin ser nada especial, consigue una interpretación muy decente y eso a pesar de la dificultad que entraña un soliloquio casi continuo.

Conclusión:

En definitiva podemos decir que es una película entretenida, interesante y visualmente muy lograda. No llega sin embargo a pasar la prueba del algodón, y se hace patente cuando se la recomendación unánime es ir a ver esta película exclusivamente en el cine, opinión que este servidor subscribe. Añado ademas, que yo recomiendo no verla en casa.

Nota: 7

El Rey León (Músical)

Aunque lo habitual en este blog es analizar películas o series, en esta ocasión me gustaría centrar la atención en otra suerte de entretenimiento, si bien es cierto que, conceptualmente, no se aleja demasiado de su referente en el cine.

La obra, cuyo argumento es idéntico al de su película homónima, se estructura en dos actos. La primera parte es introductoria, y de un ritmo relajado. De la mano del joven Simba, nos introduce en los coloridos escenarios y emulaciones de los selváticos animales. La segunda parte, con Simba ya crecido, está más estrechamente relacionado con el sencillo argumento.

A medio camino entre obra de teatro y musical, El Rey León se articula como una obra donde las escenas teatrales se alternan con escenas musicales con ocasionales coreografías. Destacan poderosamente las atractivas canciones, fenomenalmente interpretadas y escenificadas, aunque no debemos dejar que el conjunto nos ciegue, pues algunas letras están poco desarrolladas. La parte más teatral del espectáculo sirve como conductor de las continuas tonadas, y destaca especialmente por lo llamativo de los vestuarios y escenografía. Rompiendo con la tónica, las coreografías me parecieron un tanto decepcionantes y más bien mediocres, algo que ni los disfraces pudieron ocultar.

La escenografía resulta fundamental a la hora de ambientar adecuadamente la obra. Mucho más limitado que el cine en este aspecto, se consigue gracias a una cuidada elección cromática y el uso inteligente de las luces. Los disfraces son la guinda que consigue una impecable puesta en escena.

Si nos referimos a los actores, los resultados son desiguales. Por un lado tenemos al joven simba (no referiré nombre pues desconozco cual de los múltiples actores que interpretan ese papel daba vida al personaje) cuya actuación fue excepcional y superó con mucho todas mis expectativas. Dignos de mención son también Sergi Albert que encarna al antagonista, y en menor medida David Comrie que da vida al padre de Simba. Pero son las tres hienas las que merecen ser el foco de todos los elogios, con unas actuaciones magistrales; y de entre ellas, aún destacaría a Damaris Martinez.

Más floja es la actuación del Simba adulto, que no esta a la altura de su contrapartida infantil. Las leonas, que vendrían a ser la contraposición de las hienas, resultaron frías y distantes. Simba, uno de mis personajes favoritos cuando vi la película hace muchos años, me pareció bastante insípido, aunque por las risas del auditorio, debí ser el único al que se lo pareció.

Conclusión:

Tanto si te gusta el teatro como si no, es una obra imprescindible de ver. Muy ligera en las formas, que no en el tiempo, sobran los detalles con los que poder deleitarse. Las numerosas prorrogas que se le han concedido atestiguan la conveniencia de asistir. Lo peor:  la nefasta interpretación de la chaman.

Nota: 8/10

Kenshin, el Guerrero Samurái

Durante Restauración Meiji, un joven espadachín de tan solo catorce años se une a la contienda. Bajo el pseudónimo de Battousai el Carnicero, se convierte en un legendario asesino al servicio del emperador. Tras la guerra, retoma su nombre Kenshin Himura y hace juramento de no volver a matar. Con su famosa espada de filo invertido, que es incapaz de matar, recorre el país como un vagabundo defendiendo a los pobres. Vagabundeando recala en Tokio, donde un extraño samurái que se hace pasar por Battousai está aterrorizando a la ciudad y a su incompetente policía. Allí conocerá a unos peculiares amigos comprometidos en proteger al débil.

Debo confesar un cierto, bueno, gran recelo inicial a una adaptación de anime con actores, el resultado no podía ser más satisfactorio. Y ello a pesar de que la caracterización de los personajes es milimétricamente copiada a la del anime, por patético que resulte en actores humanos. Por lo demás, los guionistas se han esforzado en mantener el trasfondo original de la serie, pero modernizando algunos aspectos esenciales.

A pesar de la solvencia visual de la película, lo cierto es que tiene un ritmo demasiado lento. Hay que tener en cuenta que desde el principio se planteó como una trilogía y pierden demasiado tiempo en introducir tanto a unos personajes secundarios que luego no son adecuadamente explotados.

La acción tarda en llegar, pero cuando llega, los resultados están a la altura de las circunstancias. Siendo una saga cuyos personajes no cuentan con luminosos y espectaculares poderes, en lugar de enmascarar la acción tras una luz cegadora, la intensidad de la lucha se consigue de manera mucho más artesanal. Complicadísimas fintas de katana a cámara rápida y movimientos imposibles dan lugar a unos vistosos combates a los que no estamos acostumbrados. Huelga decir que no tienen comparación con los del anime, entre otras cosas porque estos últimos eran penosos.

Aun con la dificultad que estriba en que unos actores den vida a unos personajes de anime, y la filmografía japonesa está jalonada de demasiadas abominaciones que me dan la razón, este caso es una honrosa excepción. Los actores juegan un papel destacado dando la seriedad que requieren, y no son meras caricaturas. Gran parte del éxito recae sobre Takeru Sato, que da vida al difícil papel de Kenshin.

Conclusión:

Esta película es una excelente oportunidad para introducirse en la saga de Kenshin, omitiendo las partes aburridas y los capítulos de relleno, además de unos efectos envejecidos. Además, sigue fielmente el espíritu de la serie original, y lo que es más importante no han destrozado la adaptación como en el caso de Dragon Ball, privándonos de futuras secuelas.

Nota: 7

Pacific Rim

A estas alturas, hacer una crítica sobre este tipo de películas es un esfuerzo de futilidad, porque todos sabemos que podemos esperar. Pero bueno, a veces sirve para ahorrarnos alguna especialmente lamentable.

Cuando la Tierra es atacada por unos colosales alienígenas, llamados Kaiju, la humanidad se une para hacerles frente. Fruto de esta colaboración nacen los Jaegers, enormes robots que constituyen la única una defensa eficaz contra estos monstruos. A medida que el acoso de los alienígenas se hace más intenso, los Jaegers son cada vez más incapaces de detener las acometidas. En un desesperado intento de cambiar las tornas, el puñado de pilotos supervivientes se reúnen en Hong Kong para llevar a cabo un plan suicida que salve a la Tierra.

Casualidad o no, Pacific Rim tiene demasiadas simetrías con otras sagas. Con una temática decididamente japonesa, las comparaciones con Evangelion son inevitables. Asimismo, los monstruos recuerdan sospechosamente a Godzilla. Con un argumento insuficiente, la trama no es más que un pobre intento de rellenar el tiempo entre los llamativos combates que afortunadamente se suceden con la suficiente regularidad. En este aspecto la película sobresale poderosamente, ya que los combates son intensos y variados.

En el plano técnico la película es regular. Tanto la ambientación como los efectos especiales no defraudan pero tampoco llegas a maravillarte con ellos. Mención aparte requieren los monstruos, que son demasiado parecidos entre sí y aportan poca originalidad a los diferentes combates.

Los personajes, como era de esperar por desgracia, son clichés con patas. Por un lado tenemos a los rangers, cuyas pobres actuaciones intentan compensarse por un exceso de músculos y por el otro tenemos a los científicos excéntricos que aportan el toque de humor que tan de moda esta añadir a cualquier película aunque no aporte nada. Desgraciadamente ese papel no recae sobre Santiago Segura que se ve relegado a un papel  muy marginal.

Conclusión:

En un ejercicio de mediocridad Guillermo del Toro nos trae una película que no destaca ni mínimamente en nada en absoluto, pero que es a su vez su mayor virtud ya que no es desagradable en ningún momento ni llega a hacerse pesada. Recomendada para distraerte un par de horas.

Nota: 6

Star Trek: En la Oscuridad

J.J. Abrams se consolida con esta película como director fiable. Si bien sus proyectos no son memorables, cumplen sobradamente con las exigencias del espectador. Películas muy vistosas con un argumento bien hilado son su seña de identidad.

Al impetuoso Jim Kirk, capitán del Enterprise, se le hace difícil acatar las reglas, arriesgando innecesariamente su vida y la de su tripulación constantemente. Es por ello, que su mentor, el almirante Pike decide disciplinarlo. Inesperadamente el mando de la confederación sufre un atentado a manos de un misterioso terrorista huya a un mundo klingon. El capitán Kirk decide aventurarse en el espacio profundo para capturar al terrorista sabiendo que un descuido puede provocar una guerra total entre la federación y el Imperio Klingon.

Como ya hemos dicho, Abrams se caracteriza por trazar un argumento bien hilado con algún giro más o menos sorprendente. Si bien la trama es lo bastante asequible como para todo el mundo la entienda sin esmerarse, dota de cierto contenido a la película evitando así que sea un cascarón vacío.

Como cabe imaginar, el apartado técnico es utilizado por el director para dar continuidad con la anterior entrega a la par que con las series originales. Para este propósito se sirve especialmente, además de la estética rejuvenecida, de la banda sonora, que en gran medida ha sido actualizada, pero que mantienen alguno de los temas más emblemáticos.

La mayoría de los actores repiten, y sus actuaciones son muy similares a la de la primera película. De los que se estrenan en esta segunda parte, cabe destacar a uno de los personajes centrales, Benedict Cumberbatch, que se ha hecho un nombre gracias a la magistral serie televisiva Sherlock. Como viene siendo costumbre, sus actuaciones son impecables, aunque recuerdan demasiado a las del famoso detective.

Conclusión:

El director acerca de una forma asequible y entretenida el universo Star Trek al espectador casual, cuyos conocimientos de esta saga vienen de segundas fuentes. Esta película, como la anterior, es tan amena como fácil de olvidar.

Nota: 6

El Hombre de Acero

Cuando se va a ver una película de superhéroes, uno espera encontrarse que el superhéroe en cuestión utilice sus poderes para salvar a la humanidad de innumerables calamidades. No es el caso, Superman dedica gran parte de la película a verlas venir y prescinde de casi todos sus poderes que son más una molestia que una bendición.

Krypton es un planeta que agoniza. Enfrentados a su extinción, la raza kryptoniana se ve abocada a un conflicto interno y el general Zod da un golpe de estado para salvar a la nobleza kryptoniana de la destrucción. Sin embargo, el científico Jor-el frustra sus planes al robar el código genético de los kryptonianos y lo envía, junto a su hijo recién nacido, a la Tierra para salvarlo de la destrucción que aguarda a su planeta natal. Frustrado el golpe de Estado del general Zod, este es desterrado a la zona fantasma, lo que le permite sobrevivir a la muerte de su raza. Cuando logra escapar, se dirige a la Tierra para hacer de este planeta un nuevo hogar para su pueblo. A Kal-el, el hijo de Jor-el, corresponderá decidir el destino de su pueblo y de la raza humana.

La increible duracion de esta película es del todo injustificada. En un primer momento la introducción promete mucho con acción desde el minuto cero ambientada en un exótico planeta y un trabajado apartado técnico. Sin embargo, cuando el foco de atención se traslada a la Tierra, nos damos cuenta que el guionista sólo se preparó los quince primeros minutos  a partir de los cuales, empieza a repetir los mismos conceptos constantemente dándole una importancia excesiva a un argumento incoherente, confuso y repetitivo. Aunque un guión flojo es algo asumible en una película de acción, no lo es la ausencia de la misma. Fatalmente estructurada, a pesar de ser un argumento completamente lineal, recurren de forma obscena a los flashbacks, cortando el ritmo para dar paso a una escena irrelevante. Hasta casi los últimos veinte minutos, cuando uno ha tirado ya la toalla, la acción no empieza a ser interesante.

Los personajes no le van a la zaga al argumento de esta incomprensible película. Por un lado tenemos al padre adoptivo de Superman, caracterizado por Kevin Costner, con un notable protagonismo resulta poco creíble y tan incoherente como el argumento. Lois Lane, es una nefasta periodista pese a ser omnipresente, un don muy útil en dicha profesión. Esta lista de personajes mal concebidos la encabeza Zod, un personaje completamente plano y cuyas motivaciones son del oscuras, pese a que no deja de justificarse una y otra vez. En esta desastrosa lista, el único que tal vez se salva es el protagonista, Henry Cavill, que no lo hace del todo mal.

El apartado técnico es el único que realmente se salva. Al margen de que no me guste la estética retro que le han dado a los kryptonianos, los efectos visuales están a la altura de las circunstancias y la banda sonora está acorde al tono de las escenas.

Conclusión:

Realmente El Hombre de Acero no es mala, pero ganaría muchísimo si el espectador se limitara a ver los primeros veinte minutos y la última media hora. El resto de la película aporta realmente poco y en ningún caso se justifica el tiempo que le dedican.

Nota: 5

Stoker

A estas alturas no tiene sentido ocultar mi simpatía por Park Chan-Wook, cineasta surcoreano empecinado en ir siempre un paso más lejos. Stoker supone el inicio de su aventura americana, con producción, casting y equipo estadounidense. En lo personal era una película que esperaba con gran expectación, pero también con cierto temor: Incontable es la lista de directores de intachable carrera que, yendo a hacer las américas se ven tentados por el lucrativo y fácil camino de la explotación comercial. Afortunadamente, al menos en este caso, mis temores eran infundados.

Los Stoker son una familia al borde del colapso: La frívola Evelyn Stoker (Nicole Kidman) y su taciturna hija India (Mia Wasikowska), deberán superar el súbito fallecimiento del padre, hecho que parece haberlas distanciado aún más. En tan incómoda situación, aparece el tío Charlie (Matthew Goode), un hermano del difunto de cuya existencia no conocían y que resulta ser un tipo encantador. Entre los tres personajes irá forjándose un triángulo de tensión creciente hasta el mismo desenlace del film.

Para hablar del apartado técnico hay que quitarse el sombrero antes: A nivel de rodaje es de lo mejor que ha hecho el director (que no es decir poco). La fotografía es impecable, los encuadres perfectos y medidos al milimetro, y los movimientos de cámara (desde los sutiles hasta los violentos) están perfectamente ejecutados.  El montaje es sin duda otro acierto pleno: Planificado para ir construyendo una atmósfera de suspense cuya densidad aumenta a cada minuto. También son habituales las metáforas visuales, escenas no relacionadas directamente con lo que estamos viendo, pero que se intercalan durante unos instantes para transmitir ideas, connotaciones o paralelismos. Hay que señalar además el genial uso del montaje alterno durante las pocas secuencias de acción de la película:  al nivel del mejor Hitchcock. La banda sonora es de Clint Mansell que hace aquí un trabajo notable.

Argumentalmente, su historia principal es sencilla, y su guión escaso y sin demasiada sazón. Estos defectos no son particularmente graves en un thriller, pero justo es señalarlos. Pese a ello, la manera en que nos cuentan la historia, vehiculada por un montaje tan evocador, con una ambientación tan lograda, y con semejante derroche estético, logran hipnotizar al espectador. Además, las interpretaciones del trío protagonista son extraordinarias, uno de los mejores apartados de una película en la que dicen más las miradas que las palabras.

Conclusión:

Park Chan-Wook sigue en plena forma, y fiel a su propio estilo: No faltan violencia descarnada, ni algunas imágenes poderosas y memorables. Estamos ante una película atípica dentro del género, pero perfectamente recomendable para los que recelen de la etapa coreana del director, pues no resulta exigente con el espectador y se puede entender plenamente sin necesidad de análisis. Una película en la que la acción es escasa, pero magistralmente condensada, predominando el resto del tiempo un suspense que, en un in-crescendo sutil, irá inquietando al espectador y lo mantendrá pegado a la butaca durante los 100 minutos que dura.

Nota:  8/10